Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

23 Oct, 2015

Inteligencia operacional

Todas las corrientes New Age de educación nos hablan de cómo existen diferentes tipos de inteligencia. Más allá de la inteligencia tradicional medida por el Coeficiente Intelectual IQ, hay diferentes tipos de habilidades sociales y emocionales que permiten a una persona tener éxito en la vida.

Sin embrago, hay un tipo de inteligencia que ha sido omitida y que es indispensable para tener éxito en los negocios (y de cierta manera también en la vida): La inteligencia Operativa. La capacidad que se tiene para poder ser productivo en las labores que se realizan… La manera en que la mente organiza el espacio de trabajo, tanto físico como conceptual, para poder ser más eficiente.

Y si los emprendedores necesitamos algo es aprender a ser más eficientes.

Cierto, hay gente que es mucho más organizada que otra. Pero la inteligencia operacional también puede ser aprendida.

Aquí unos consejos

1.- Trabaja con orden. Es una mentira que la creatividad es sinónimo de caos. La desorganización genera confusión. No, no necesitas tener orden militar, pero si necesitas un remanso de organización en diferentes áreas.

-En tu espacio de trabajo, sea tu oficina, tu escritorio o una mesa en un café. Vigila tener el espacio adecuado y mantener un orden en donde cada cosa esté en su lugar y tengas a la mano todos los aditamentos que necesitas.

-Tu bandeja de correo electrónico. Quizá una de las áreas de mayor desastre. Mantén el orden en ella borrando todo lo que no sea necesario y archivando (ya sea en folder por tema o en folders de realizado/por realizar) todos tus correos. Procura, también responder a los correos lo antes posible.

2.-Dedica 90 minutos del día (el 20% del tiempo lo más temprano que sea posible) a cumplir con tus prioridades. Así si el resto del día te “pierdes” en asuntos de talacha, sabes que avanzaste una buena parte en los temas importantes.

3.-Apaga tu teléfono mientras trabajas. Los ruidos, notificaciones, alarmas y mensajes/llamadas son un distractor terrible. Aun cuando “jures” no hacerle caso. Evita también (o más bien dicho programa las horas) las consultas en las redes sociales tanto personales como de trabajo. Una vez que entras a Facebook, Instagram o Twitter es como perderte en el agujero de Alicia en el País de las Maravillas.

Si te es posible, procura realizar tu trabajo sin consultar tu correo electrónico. O marca tiempos (20 minutos cada dos horas) para consultarlo sin perder la concentración.

4.-Organiza juntas más productivas. Marca una agenda para que todo mundo llegue preparado y con el material necesario. Procura que sean lo más cortas posibles y con el menor número de temas a tratar. Es mejor cumplir con tres o cuatro objetivos puntuales que pretender abarcar, y no concretar, 20 diferentes. Cita a las juntas sólo a las personas necesarias y pide que ellas deleguen o comuniquen la información a sus equipos de trabajo.

5.-Quéjate en el momento. El no comunicar descontento o críticas en el momento que suceden restan productividad ya que, uno, tiene que rehacer el trabajo y, dos, enrarecen el ambiente. En el momento que surja algún mal entendido o contratiempo soluciónalo de inmediato.

6.-Operación sana en cuerpo sano. Es un hecho, confirmado en estudio tras estudio, la gente que se mantiene saludable (léase alimentación sana, ejercicio y suficiente sueño) es mucho más inteligente operativamente que el resto de los trabajoholicos obsesivos.

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