Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

29 Oct, 2015

¿En verdad piensan que así nos convencerán de que vamos bien?

En los últimos meses, han llegado a mi dirección electrónica mensajes de alguna Dirección de Comunicación Social o Vocería de algunas dependencias del gobierno federal.

Me reenvían materiales publicados por las áreas de investigación de algún banco, o boletines con los resultados de trabajos de organismos como el Banco Mundial o el Foro Económico Mundial.

La manipulación y la descontextualización de las cifras, y el escamoteo de elementos que ayudarían a comprender objetivamente lo que ahí se dice de la economía mexicana y del país, es la regla en dichos mensajes.

La verdad, recibirlos no cambia mis juicios acerca de lo que enfrentamos y las causas porque, no sólo son publicaciones que sigo desde hace años sino también, porque el análisis económico no debe basarse en elementos aislados sino en un conjunto amplio de indicadores; además, hay que ver el comportamiento de ésta o aquella variable a lo largo del tiempo lo cual, prohíbe privilegiar el instante como hacen los que envían dichos mensajes.

Por otra parte, al margen de lo inocuo e inútil que pudieren resultar para mí sus envíos, hay quienes sí gustan de ellos por el uso que hacen del copy paste; quizás proceden así porque, priva en ellos el desprecio de la objetividad. Esto, debido a algún interés personal legítimo pero, no útil para el análisis económico o, posiblemente, porque carecen del conocimiento o de la capacidad analítica el que se dijere analista económico, debería poseer.

En esto de los boletines y mensajes, hay otro elemento importante; éste, tiene que ver con la idea del funcionario de su papel, y lo que considera debe ser la gobernación. ¿Quién, con dos dedos de frente, podría imaginar que sacar cifras de contexto o tomar la calificación obtenida por el país en el Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial, va a convencer a los agentes económicos privados de que vamos muy bien?

Los que piensan así, ¿dónde estudiaron economía? ¿En el Instituto Patrulla o las gloriosas Academias Vázquez? ¿Acaso tomaron cursos de análisis económico por correspondencia, en Hemphill Schools?

El papel de los funcionarios, y el de secretarías o ministerios relacionados con políticas económicas y fiscales –no se diga ya de bancos centrales–, en el entendimiento de los problemas estructurales y sus causas, para así enfrentarlos correcta y objetivamente, y desarrollar y aplicar las soluciones adecuadas, pasa, obligadamente, por la honradez intelectual.

Este atributo, personalísimo, es el punto de partida de todo ejercicio que busque determinar las causas de éste o aquel problema estructural; el uso faccioso de las cifras contendías, o sacar de contexto un porcentaje en alguna publicación relacionada con éste o aquel indicador económico, es expresión de esa corrupción que nos aplasta la cual, ¿quién podría negarlo?, pulula en las estructuras del sector público.

Por ello, más que pedir que no me envíen más mensajes, exigiría que cesare la manipulación de cifras y porcentajes de éste o aquel indicador, y mejor dedicaren ese tiempo valioso, a entender por qué  no crecemos.

Lo otro, es pérdida de tiempo y al final del día, también es corrupción.

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