Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

2 Dic, 2015

Ada

El domingo 10 de diciembre de 1815 nació la hija de una pareja disfuncional, como se diría hoy en día. Sus padres se casaron 11 meses antes y el matrimonio tronó cuando la bebé apenas tenía un mes de vida. Cuesta trabajo imaginar que aquel episodio traumático marque el punto de partida de lo que hoy conocemos como la era digital.

La mamá se llamaba Anna Isabella Milbanke, mujer criada en una familia rica, hija única, de carácter inteligente, aunque reservado y pedante. Como acostumbraban las solteras de su clase social en aquella época, frecuentaba los salones de la aristocracia de Londres, con la expectativa de hallar esposo.

En un baile conoció al escritor George Gordon Byron, quien gracias a la publicación de sus poemas disfrutaba de una inesperada celebridad, la cual le trajo múltiples aventuras amorosas. Heredero del título de lord, vio en la fortuna de la familia de Annabella –como le decían a la joven– la posibilidad de saldar la cuantiosa deuda que había acumulado debido a su demencial tren de vida, en el que no escatimaba en comprar todo aquello que se le antojara. Movido por ese interés, le propuso matrimonio, y ella aceptó.

Los pocos momentos de amor e intimidad quedaron borrados por una clara incompatibilidad de caracteres. Durante el año que duró aquella vida conyugal, Lord Byron le fue infiel con varias mujeres, incluida la media hermana del poeta. Annabella debió soportar el asedio de los acreedores de su marido, debido a que sus padres nunca le dieron al esposo la dote que le hubiera permitido superar sus apuros financieros. Él con frecuencia le gritaba iracundo que su vida era un infierno. En el momento que nació la bebé, a la que le pusieron el nombre de Ada Augusta, Lord Byron le exclamó: “¡Qué tortura me espera contigo!”

Un mes y cuatro días después de dar a luz, Annabella escapó con su hija mientras el poeta dormía, abrigándola bien y subiéndola a un carruaje que la llevó de nuevo a casa de los Milbanke. Lord Byron nunca las volvió a ver. Annabella no quiso que la pequeña heredara la vena bohemia de su progenitor y, por eso, le impuso una educación estricta y rigurosa, orientada sobre todo a la aritmética. Una forma de reprimir su imaginación para que fuera una mujer cerebral.

Y aunque Ada se entregó a las matemáticas con ahínco, sí heredó la rebeldía, la creatividad y el espíritu libertario del apellido Byron. La instrucción hogareña y la vena artística familiar moldearon a la mujer que fue discípula destacada del también científico Charles Babbage, quien pasó a la historia por concebir máquinas calculadoras programables y automatizadas basadas en sistemas de tarjetas perforadas.

Ada –cuyo matrimonio con el noble William King-Noel la convirtió en condesa de Lovelace– contribuyó a este invento escribiendo un conjunto de notas en las que teorizó que aquellos aparatos no sólo servirían para manejar números, sino toda clase de símbolos: palabras, notas musicales, imágenes. Es decir, arte.

Toda esta apasionante historia está narrada con soltura y buena pluma por el periodista británico James Essinger, autor de una completa biografía con la que que se propuso reivindicar el legado de Ada Lovelace, una chica “amable, imaginativa, nerviosa y vehemente”, cuyos últimos años, por desgracia, también estuvieron marcados por el dolor. “Una maga que ha dominado con su hechizo la más abstracta de las ciencias”, como la definió su maestro Babbage.

La obra de Essinger se publicó en Estados Unidos el 14 de octubre de 2014, casualmente una semana después de que Walter Isaacson, autor de Steve Jobs, lanzara Los Innovadores, cuyos capítulos inicial y final también ensalzan a quien es considerada como la primera programadora de la historia. Justo a tiempo para conmemorar el bicentenario de su natalicio, el público de habla hispana puede disfrutar desde hoy el detallado relato construido por Essinger. El libro se titula El algoritmo de Ada. La vida de Ada Lovelace, hija de Lord Byron y pionera de la era informática (Editoria Alba Trayectos, con traducción de Pablo Sauras) y su lanzamiento en versión electrónica está previsto para este miércoles en las tiendas digitales de Apple y Google.

Algo de poético hay en que la historia de Ada esté al alcance de la mano por medio de un simple click.

*marco.gonsen@gimm.com.mx

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