Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

8 Dic, 2015

Si parpa como pato y camina como tal, es deuda; perdón, es un pato

La presentación en sociedad de los Certificados de Infraestructura Educativa Nacional en la Bolsa Mexicana de Valores, estuvo presidida por el secretario de Educación y el infaltable subsecretario de Hacienda, doctor Aportela.

La intervención de este último me llevó, a querer y no, a sus maromas verbales de hace algunas semanas para tratar de convencernos de que la obtención de dichos recursos —$50 mil millones de pesos en diversos     tramos—, no constituiría deuda alguna.

Atenidos a sus dichos, las preguntas surgen incontenibles: ¿Por qué, al no serlo, se pagará una tasa de interés a los que adquieran dichos certificados? ¿Por qué, también, se les ha otorgado a estos una calificación crediticia con miras, evidentemente, a convencer a potenciales inversionistas de adquirir ese papel que emite el gobierno federal?

Por otra parte, si estos certificados no son deuda, ¿nadie los registrará en su pasivo y en consecuencia, no hay para dependencia alguna la obligación de pagarlos con el debido interés pactado. el cual es elevadísimo: 8.0 por ciento? ¿Qué operación es entonces la que habrían celebrado estos inversionistas tan ingenuos, que sueltan recursos sin saber quién es el deudor?

La verdad, hay que decirlo claro porque, al hacerlo, estaríamos exhibiendo un rasgo que preocupa de los que hoy gobiernan: Temor a decir las cosas de manera objetiva.

Dice el subsecretario que los recursos obtenidos y los que sigan hasta completar los $50 mil millones de pesos autorizados, No es un endeudamiento público, ni de la Federación, ni de las entidades federativas. Es una monetización de flujos a partir  de un recurso que tiene una finalidad específica que es el Fondo de Aportaciones Múltiples. Por favor, diría Eugenio Derbez, ¡que alguien me explique!

Vayamos ahora a otros aspectos de la deuda que no lo es. ¿Por qué pagar una tasa fija de 8.0% cuando Hacienda inserta diariamente un anuncio donde publicita bonos a plazos que van de los tres a 30 años con una tasa de 4.83% a 6.89 por ciento? ¿Por qué aquella tan elevada, siempre de acuerdo con la información de Hacienda, si ésta podría contratar bonos a tres años a una tasa de 4.83 por ciento?

Además, se nos informa que habrá tres años de gracia (Sólo se pagaría el interés devengado, no el capital) y a partir de ahí, en los siguientes 20 años habría pagos a capital más los intereses correspondientes y, la pregunta surge de inmediato: ¿Si los recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples ya están asegurados, por qué no pagar el Certificado a la brevedad y ahorrarse así la leonina tasa de interés pactada y sobre todo, evitar la duplicidad en cuanto a los recursos del FAM?

¿Cómo está eso entonces? Pido un crédito cuya fuente de pago está garantizada con los recursos del FAM pero, en vez de liquidarlos, sigo con ellos 20 años. ¿Por qué? ¿Y si mañana el Congreso ya no le asignare recursos al FAM o lo desapareciere? ¿Quién los pagaría si nadie lo adeuda? Además, ¿con cargo a qué partida presupuestal se pagarán los intereses de algo que nadie adeuda?

¿Dónde estudió crédito y finanzas el doctor Aportela? ¿En las Academias Vázquez o el Instituto Patrulla? ¿Y aprobó la materia?

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