Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

13 Ene, 2016

Final de foto

Uno de los capítulos más memorables de la serie animada Don Gato y su pandilla (Top Cat, William Hanna y Joseph Barbera) es el cuarto, estrenado por la cadena ABC en Estados Unidos la noche del miércoles 18 de octubre de 1961 y titulado “El derby del millón de dólares”, cantidad que el pícaro protagonista pretende ganar apostando en una competencia hípica.

En el episodio, Benito Bodoque cabalga con Arabela, un veloz pony al que le encanta posar frente a cualquier cámara. Tanto que, en la carrera de la escena final, en la que disputa nariz con nariz el primer lugar con su rival Rayo, termina perdiendo cuando el cronista del hipódromo exclama en el sonido local la frase “final de foto”, que hace al jamelgo detenerse feliz frente a los flashes.

Por supuesto, el narrador en la caricatura en realidad había aludido a un mecanismo hoy habitual en los deportes y espectáculos para determinar quién es el ganador en pruebas de velocidad con finales muy cerrados. Se le atribuye al fotógrafo Ernest Marks haber tomado en 1888 la primera imagen de una carrera para ayudar a los jueces del hipódromo de Plainfield, Nueva Jersey. Tarea dificultosa en los primeros años de la fotografía convencional, hoy en día la tecnología digital facilita las decisiones con un alto grado de precisión, gracias al desarrollo de cámaras que permiten tomar más de tres mil cuadros por segundo.

El próximo sábado se cumplirán 80 años de que esta tecnología fue adoptada por primera vez como estándar hípico. De acuerdo con una nota publicada por la versión electrónica de la revista Wired, la pista Hialeah, en Florida, instaló el 16 de enero de 1936 la primera cámara “photo-finish”. El texto no precisa de dónde tomó la fecha exacta del estreno (la página oficial de Hialeah Park Racing and Casino sólo consigna el año), aunque sí menciona que la cámara utilizada correspondió a un prototipo diseñado por Gustavus Town Kirby, quien fue presidente del Comité Olímpico de Estados Unidos previo a los juegos de 1920 en Amberes, Bélgica.

La aportación de este hombre es detallada por Maarten Vanvolsem en el libro The art of strip photography: making still images with a moving camera  (Leuven University Press, 2011). Ahí se relata que Kirby desarrolló un aparato llamado Two Eyes Camera capaz de tomar 128 cuadros por segundo con doble enfoque, uno hacia la línea de meta y otro hacia el cronómetro, el cual fue utilizado experimentalmente en los Juegos Olímpicos de 1932 en Los Ángeles. Una versión mejorada del modelo de Kirby fue construida por el Instituto de Física de la Alemania nazi y la compañía germana Zeiss Ikon para su uso en los Juegos Olímpicos de Berlín de agosto de 1936, ocho meses después de su utilización en Hialeah.

Vanvolsem no retoma el caso del hipódromo de Florida, pero sí cuenta una historia paralela que ocurrió curiosamente también por aquellos años, la cual involucra al cantante Bing Crosby.

Poseedor de pistas de caballos, Crosby también estaba en la búsqueda de una forma práctica para decidir desempates. Por medio de sus contactos en Hollywood, contrató en 1937 a Lorenzo del Riccio, un migrante italiano que trabajó como ingeniero óptico para Paramount Pictures, y que desarrolló un método en el que la cámara permanece fija sobre la meta, de tal forma que capta de forma secuencial la llegada de cada uno de los caballos a la meta.

No sólo logró una técnica eficaz para conjurar pleitos entre apostadores y abatir la corrupción: en 1938, previo a la Segunda Guerra Mundial, la fuerza aérea estadunidense consideró que el sistema descubierto por Del Riccio sería útil para resolver problemas de reconocimiento aéreo, y le solicitó apoyo para su adaptación. La revista Scientific American dedicó su número de enero de 1941 a detallar esta cámara photo-finish, por la cual considera a Del Riccio como un personaje fundamental para preservar la popularidad de las carreras de caballos en la cultura local.

Aunque no hay que regatear mérito a Bing Crosby, quien formó parte en algún momento del Rat Pack de Frank Sinatra, Sammy Davis Jr y Dean Martin, la pandilla de celebridades que demostró tener mayor suerte y fortuna que la de Don Gato.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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