Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

29 Ene, 2016

Si hubiera…

El mito principal al emprender un negocio es que se va a tener “más tiempo libre” versus cuando eres empleado. “Emprendo para ser dueño de mi tiempo… para trabajar a mis horas… para poder disfrutar más la vida”. Ja ja ja.

La realidad es, y se vuelve evidente desde el día uno del nuevo negocio, que iniciar uno y manejarlo después implica generalmente más tiempo, más calidad de tiempo, más presiones, más dedicación… Los fines de semana suelen desaparecer como tal, las horas de sueño decrecen y se contestan correos y pendientes a horas insólitas de la noche.

No. No lo digo como queja. Lo digo como toque de realidad. Se vuelve necesario, incluso disfrutable. Creo que los emprendedores somos masoquistas de clóset. Prescindimos de sueño, tranquilidad y cheque quincenal en pos de un sueño que tiene más posibilidades de fracaso que de éxito.

Y aunque es raro que al final del proceso y en términos generales un emprendedor se arrepienta de haber emprendido (como dice el dicho es más probable arrepentirte de NO haber emprendido que de sí haberlo hecho) si existen muchos “si hubiera” pequeños que muchos emprendedores se arrepienten de haber cometido o no cometido, según sea el caso.

Estas son algunas de las razones de arrepentimiento que he escuchado entre los emprendedores que llevan varios años en el estira y afloje de los negocios.

-No hubiera descuidados mi salud y no haber subido de peso como lo hice.

-No hubiera prescindido de los viajes familiares que cancelé por falta de tiempo. Patrañas.

-En los viajes y fines de semana hubiera desconectado mi correo y mi whatsApp. Nunca tuve una emergencia que debiera atender y sí muchas tonterías que me llenaron la mente y me quitaron el tiempo.

-Hubiera empezado el negocio con más dinero ahorrado bajo el colchón.

-Hubiera contratado un asistente antes para que me ayudara a reducir mi carga de trabajo y así enfocarme más y mejor.

-Jamás me hubiera asociado con mi cuñado. Jamás.

-Hubiera invertido en un programa de CRM desde el principio.

-No hubiera ido con el abogado que me recomendó mi papá. Hubiera elegido a alguien más joven y que me diera mejor servicio.

-Un banco chico en donde me atendieran de manera más personal.

-Hubiera hecho manuales de puesto bien explicados para no tener que volver a explicar el mismo trabajo cada vez que contrataba a un empleado,

-Una página web más sencilla. No hubiera gastado tanto en ella. Un buen diseño. Pero sólo un homepage que diera una idea y los datos de contacto.

-Hubiera aprendido que el que se enoja con sus empleados pierde.

-Hubiera gritado menos y explicado más.

-Hubiera puesto un pequeño refrigerador y una parrilla en la oficina para que la gente pudiera traer su comida y no tener que salir a comer fuera.

-Hubiera sido más flexible en los permisos de salida sin ser “barco”.

-Hubiera aprendido a usar mejor el Excel. Hay tantas cosas que sé que se pueden hacer y las hago manualmente.

-Antivirus. Obligatorio.

-Hubiera perdido menos tiempo buscando capital de inversión y más tiempo trabajando en el negocio para que se volviera interesante para los que pudieran meter capital de inversión.

-Hubiera asistido a menos eventos de emprendedores. Muchos son una pérdida de tiempo.

-Hubiera comprado una mejor impresora desde un principio.

-Hubiera estado más en contacto con el contador para presionarlo y tener una mejor estrategia fiscal.

-No me hubiera centrado en un solo proveedor.

Y la que más me gustó de todas:

-Hubiera disfrutado más el proceso, incluso las crisis, en vez de haberlo sufrido tanto.

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