Mujeres protagonizan uso de microcréditos

CIUDAD DE MÉXICO.- Desde que se convirtió en mamá hace casi 30 años, Alejandra Villasana dedicó la mayor parte de su tiempo al cuidado de sus hijos.

Cuando comenzaron a ser más independientes y a pasar menos tiempo en casa, esta mamá de ahora 3 jóvenes (de 29, 26 y 20 años) comenzó a sentir la necesidad de ser productiva, de generar ingresos para su familia y ella misma, y sobre todo para sentirse útil.

Fue así como hace cinco años, Alejandra Villasana, habitante de Cuautepec, al norte de la Ciudad de México, se acercó a la Sociedad Financiera Popular (Sofipo) Crédito y Ahorro a tu Medida (CAME) para solicitar su primer microcrédito.

“Pensé en poner mi negocio porque siempre me ha gustado tener mi propio dinero, ser independiente y más que nada para darle una mejor vida a mis hijos”, aseguró en entrevista.

Con un primer microcrédito de tres mil pesos Alejandra compró aparatos para hacer ejercicio y hoy cuenta con una línea de  crédito vigente por 40 mil pesos y un gimnasio en el que cobra 20 pesos por persona y le da la oportunidad de tener un lugar de esparcimiento a la gente de su colonia.

En Body Crunch Gym, Alejandra Villasana da clases por las mañanas y tardes, cuando no está atendiendo clientes en su estética.

Explicó que la idea le surgió un día mientras veía un comercial de televisión en el que anunciaban los aparatos; compró uno, lo probó y se dio cuenta de que se podía hacer mucho ejercicio con las rutinas.

Con el siguiente crédito pagó la renta del local que estaba en frente de su casa y compró las máquinas restantes para iniciar su gimnasio.

Ante el apoyo que ha recibido por parte de esta entidad financiera, hace algunos meses, convenció a su hijo de entrar a CAME y pedir un préstamo para poner su propio negocio.

En su local, Alejandra ofrece a sus clientas ropa deportiva, accesorios para ejercitarse y productos reductivos.

“Actualmente atiendo mi estética, el centro de fitness y me doy tiempo para ayudarle a mi hijo en la taquería que abrió recientemente. De que se puede, se puede”, explicó.

Potencial entre mujeres

Para las entidades financieras populares, las mujeres son un segmento muy importante. En el caso de CAME, 75 por ciento de las clientas son mujeres que trabajan en grupo, se conocen, se reúnen y se ayudan entre ellas.

Según cifras de la institución, el crédito promedio es de siete mil 500 pesos, mientras que el ahorro promedio alcanza los mil 500 pesos.

Además se otorgan cursos de educación financiera, a través de los cuales se les enseñan conceptos básicos para poder llevar la administración de su negocio, saber cuánto invierten, cuáles son sus ganancias y poderse asignar un sueldo.

También se les orienta para que cada semana, además de cumplir con el pago de sus créditos, destinen algo de sus ganancias al ahorro y una vez que liquidan su crédito, reciben su ahorro con los intereses generados.