Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

4 Ago, 2016

La llegada del zyka a Miami pone de cabeza al turismo de EU

Si los “Jinetes del Apocalipsis” turístico cabalgan por el estado de Florida, hasta ahora sólo existen escenarios encontrados y falta de claridad sobre lo que va a suceder tras la aparición del zyka en Miami.

La “memoria turística” generalmente opera en el corto plazo y, por lo menos, hasta el 15 de julio, no había indicios de una caída en la llegada de turistas a ese estado de la Unión Americana donde habían ocurrido tres calamidades este año:

1. Christina Grimmie, una cantante conocida, fue asesinada en Orlando.

2. Un terrorista masacró a 49 personas, antes de ser ultimado en una discoteca.

3. Un niño de dos años fue ahogado por un caimán en los parques de Disney, en un área poco señalizada sobre los riesgos que entrañaban los reptiles.

Aunque el equipo de comunicación de los famosos parques se tardó algunos días en establecer su estrategia de crisis, hasta mediados del mes pasado George Aguel, presidente de Visit Orlando, declaró que no tenían problemas por la caída de visitantes.

Durante el International Pow Wow (IPW), la feria de turismo más importante de Estados Unidos, que se llevó a cabo este año en Nueva Orleans, Leo Salazar, quien lleva la comunicación de Visit Orlando para América Latina, hizo declaraciones a este espacio en el mismo sentido.

Ahora la noticia que tiene de cabeza al turismo de Estados Unidos es la aparición de 15 casos comprobados de zyka en el área de Wynwood, conocida como el Gran Miami.

La reacción de las autoridades ha sido de alarma y como en este caso no sirven los “muros” para contener al virus, están pidiendo a las embarazadas que no vayan a Miami.

También que, quienes han estado en esta zona, no incurran en el riesgo de embarazarse hasta después de varias semanas, así es que el resultado neto es que usen anticonceptivos si deciden tener sexo tras visitar el sur de Florida.

Ciertamente, ha habido congruencia por parte de los expertos sanitarios de la Unión Americana y están actuando con ese nivel extremo de precaución, al que los habitantes de muchas partes del mundo no están acostumbrados.

África, por decir algo, es un continente muy visitado por los turistas y allí hay malaria y fiebre amarilla que se contagia por el piquete de mosco y lo único que hacen los viajeros es ponerse repelente en cantidades importantes y tomar pastillas preventivas.

En las Olimpiadas de Río sucederá más o menos lo mismo, aunque ha habido algunos deportistas que cancelaron ante un riesgo que debe compararse con ser atropellado al cruzar una avenida.

Hasta ahora los visitantes de Wynwood han seguido llegando y la US Travel Association, la Asociación de Viajes de Estados Unidos, se ha limitado a ofrecer datos e información dura sobre el tema.

Las lecciones que saldrán de aquí serán importantes, pues por primera vez dentro de Estados Unidos hay uno de esos problemas que tanto atemoriza a sus habitantes.

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