:quality(75)/media/dinero/images/2016/09/quetzalcoatl050916g.jpg)
SEATTLE.– Quetzalcóatl, el nuevo avión Boeing 787-9 Dreamliner de Aeroméxico, no sólo es una obra de ingeniería y fabricación de Boeing, sino una obra de arte de México que se reflejará en el exterior, aseguró Van Rex Gallard, vicepresidente de ventas de Boeing para África, Latinoamérica y el Caribe.
El directivo comentó a Excélsior que al ser más grande, la aeronave dará a la empresa 40 asientos más que la versión -8. “Lo que prueba el cambio de versión es que el 787-8 con Aeroméxico ha sido un éxito, pero sobre todo con los pasajeros, incluso con personas de la industria que son competencia de la aerolínea que no paran de hablar del avión como su favorito para volar a Europa o Asia”.
De acuerdo con Aeroméxico, para realizar la pintura del fuselaje del Quetzalcóatl Boeing tuvo que crear nuevas gamas de colores. Además, los interiores, que serán revelados hasta octubre cuando el avión llegue a México, también tendrán un diseño especial, pues el tiempo de configuración del mismo tardó dos años.
Van Rex Gallard comentó que dependiendo de la demanda de mercado, Aeroméxico tiene la posibilidad de elegir entre el 787-8 o 787-9 para introducir a su flota. Entre las ventajas del -9 es que tendrá mayor alcance y podrá volar distancias más lejanas, un ahorro de combustible de entre 20 y 25 por ciento, menores costos de operación, mantenimiento y 23 por ciento más capacidad en el compartimento de carga respecto de lo que ofrece el B787-8.
Actualmente, Aeroméxico opera el B787-8 Dreamliner a destinos como Madrid, París, Londres, Ámsterdam y Shanghái, entre otros. Sin embargo, con el 787-9 podría operar una ruta directa entre México y Barcelona, por ejemplo, dijo el vicepresidente de ventas.
Más oportunidades
Agregó que aunque la aviación latinoamericana no atraviesa por su mejor momento, hay países como Argentina y México que están reaccionando positivamente y, en el caso de la nación, comentó que las aerolíneas mexicanas tienen oportunidad de captar más pasajeros a escala internacional, pues la mayoría de los pasajeros que sale o llega son trasladados por empresas extranjeras.
La visión de los empresarios de México es ganar un mayor porcentaje en el mercado internacional, lo que va a generar una mayor demanda del 787-9 y no necesariamente para competir con Aeroméxico, que ya tiene su nicho de mercado”, comentó.
Dijo que la relación de Boeing con México es cada vez más estrecha y comentó que la empresa continuará comprando alrededor de mil millones de dólares de proveeduría de partes aeronáuticas.
Esto es algo que va a seguir escalando, pero el responsable del éxito no es Boeing, sino México, pues existe un coordinación entre empresarios y estados. La logística y calidad de las piezas de primera calidad hace que sigamos comprado. La única posibilidad que se ve en esto es que la relación continúe creciendo, pues la producción de aviones sigue subiendo e incluso se piensa en la construcción de nuevos modelos.”
También se refirió al Middle of the market (MOM), un avión que podría ser el reemplazo del B757, pero con la autonomía y economía del B787; sin embargo, dijo que aún se necesita la aprobación de la junta directiva de Boeing para saber si se lanzaría y que por el momento el fabricante se reúne con las aerolíneas para asegurarse si esta aeronave pudiera cubrir sus necesidades. El fabricante ha consultado también a las empresas mexicanas.
Te puede interesar:
Google se prepara para competir con Uber
Los tecnológicos de China, un hueso difícil de roer
7 cosas que Apple podría presentar esta semana
DVR
