11 signos de que estás trabajando para un buen jefe

CIUDAD DE MÉXICO.- Si aspiras algún día a ser el jefe de la empresa en la que trabajas o tener tu propio negocio, es necesario que consideres y aprendas ciertas habilidades que te permitan ser un buen líder.

 

 

El emprendedor estadounidense Bill Murphy Jr. compartió a The Muse algunas características de liderazgo que te ayudan a identificar a un buen jefe.

 

 

Algo que puede ser muy incómodo es tener un jefe que no entiende o no está familiarizado con el trabajo a realizar y cuya autoridad radica únicamente en el título de su puesto. 

 

Si bien un jefe no debe ser necesariamente un experto en cada aspecto del trabajo, debe contar con cierto nivel de competencia.

 

 

Los buenos líderes evitan juntas poco productivas o hacer esperar innecesariamente a los demás. Normalmente tratan de ser concisos, directos para ahorrar su tiempo y el de su equipo.

 

Además, pese a que el trabajo debe ser prioridad, como jefe sabe que sus empleados tienen una vida fuera de la oficina, otros intereses y ambiciones, y las respeta.

 

 

Este tipo de jefes está consciente de que al tratar de concentrarse en muchas cosas al mismo tiempo, se termina por prestar real atención a nada. Ante esto se preocupa por plantear prioridades su equipo de trabajo para llevarlos a la dirección correcta y sin distracciones.

 

 

Uno de los aspectos más importantes en un buen líder es que pueda dar metas a su equipo que valgan la pena dedicarles tiempo. 

 

Aunque los jefes no siempre pueden definir solos su propia agenda de trabajo, tienen la capacidad de proponer algo que sea valioso para sus empleados y además se asegura de comunicar sus ideas de forma efectiva y constante.

 

 

Se preocupan por contar con suficiente información y atender a las necesidades de su equipo para resolver y decidir la dirección a la que deben moverse en el momento requerido.

 

 

Son capaces de conocer y comprender a sus empleados, y ocuparse de su equipo en diversos niveles en su relación laboral.

 

 

Algunos jefes evitan proporcionar todos los datos a su equipo por temor a no poder dirigirlos correctamente. Pese a que existen razones legítimas por las que a veces es necesario compartir cierta información a su debido tiempo, un jefe transparente y comunicativo en la mejor medida es más respetado por su equipo.

 

 

Como buen jefe sabe que este tipo de actitudes deben inculcarse al resto del equipo con el ejemplo.

 

 

Reconoce los talentos de quienes conforman su equipo y los guía de forma que todos pueden maximizar sus potenciales juntos.

 

 

Un buen jefe, que sea ético, asume la responsabilidad ante las fallas de su equipo y se dedica a guiar a todos sus empleados a resolverlo.

 

 

Saben que no pueden tomar todo con tanta seriedad y  reconocen cuando una crisis se convertirá en una anécdota divertida después. 

 

 

kgb