Malditos Peñabots

Quienes no creen que alguien pueda pensar, libremente, diferente a ellos y lo intentan descalificar de una manera pueril (especialmente en las redes sociales, en las que se junta la rebelión de los idiotas) acusándolo de corrupto, servil o simplemente imbécil, deben anotar en su lista al presidente del Banco Mundial y a los funcionarios del Fondo Monetario Internacional.

Que les dediquen memes y los acusen de legarretos o de haber estudiado economía con la conductora de televisión.

Que les pregunten cuánto les pagaron por decir mentiras o en qué momento se volvieron serviles al gobierno de
Enrique Peña Nieto o se afiliaron al PRI.

El presidente del Banco Mundial, Yim Yong Kim, se declaró admirador de las reformas estructurales emprendidas por el gobierno mexicano; destacó la fortaleza de la economía mexicana a pesar de la incertidumbre internacional e, incluso, cometió el sacrilegio de decir que la volatilidad del peso frente al dólar se explica por el proceso electoral en Estados Unidos y no por las evidentes fallas (que sólo existen en la imaginación de los chairos) del gabinete económico.

Sin embargo, los que se vieron más vendidos fueron los del FMI, seguro el cheque fue más grande. Aseguraron que las medidas implementadas por el gobierno y el paquete económico para 2017 lograrán contener el crecimiento de la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto, puesto que llegará a un máximo, también el año próximo de 56% de este indicador y comenzará a descender a partir de esa cima.

PEÑALANDIA

No faltará el inteligente tuitero que se pregunte en qué país viven estos señores porque esa no es la realidad que ellos viven en México, ésos que creen que su mediocridad y frustraciones son el común de casi todos los mexicanos.

Yo le puedo decir en qué país vivo.

1.- En uno que hoy tiene el mejor nivel de competitividad desde que el World Economic Forum establece esta medición.

Que es atractivo para la inversión extranjera como lo demuestra la continua llegada de nuevas empresas o la ampliación de las operaciones en el país en diversos sectores de la economía. Tan sólo durante esta semana se dieron anuncios de Citi, Audi y Nestlé.

Ayer mismo el Presidente recordó que en su gestión la IED acumula 120 mil millones de dólares.

2.- En el que las exportaciones de vehículos crecen a una tasa del 8.8% en buena medida por la creciente demanda de los mercados de Estados Unidos y Latinoamérica.

3.- Un país donde la baja inflación y la competencia entre las instituciones de crédito permiten a los mexicanos comprar vehículos nuevos. Un crecimiento superior al 18% en los primeros nueve meses, el más grande avance desde finales de la década de los setenta.

La colocación de crédito hipotecario ha tenido una dinámica de dos dígitos durante prácticamente la presente administración.

4.- Vivo en un país en el que se han generado 2.3 millones de empleos nuevos durante la presente administración. Tan sólo el mes pasado fueron 160 mil millones de nuevos afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social, la tasa más alta de la que se tenga registro.

5.- El consumo privado crece a una tasa anual del 3.9% y el consumo de menudeo creció a una tasa del 8.7% en junio.

CHAIROLANDIA

La moda, ridícula como casi todos los movimientos de las masas, es tratar de convencerse de que algo está muy mal en la economía y que caminamos hacia una crisis.

Hay datos duros que confirman la caída en la confianza en la marcha de la economía. La encuesta que realizan Inegi y el Banco de México sobre la confianza de los consumidores muestra una caída de 7.1% en cifras originales, que es el nivel más bajo desde abril de 2010.

Si se analizan los datos con cifras ajustadas la disminución de la confianza fue de 1.8% con respecto al mes inmediato anterior.

Se parte de supuestos, mitos y mentiras, tales como si hay devaluación necesariamente implica crisis: una tesis que tiene más de 20 años de atraso. Que todos los precios están subiendo porque cada vez alcanza para menos o nadie puede sobrevivir con un salario mínimo.

Se parte de subirse al tren del mame que consiste en quejarse sin realizar ningún tipo de análisis porque se cree que las mayorías o las tendencias no se equivocan cuando, justamente, son las que más errores cometen.

Antes de las descalificaciones, consulte con su bolsillo.