David Páramo

Análisis superior

David Páramo

11 Oct, 2016

Pequeñas esperanzas

No cabe duda que más de 20 años de políticas económicamente correctas deberían ser suficientes para confiar en el equipo hacendario; sin embargo, la realidad es que hay muchos factores más.

Tras el estallido de la crisis de 2008-9 el gobierno de México tomó una larga serie de medidas contracíclicas y programas de apoyo al crecimiento de la economía que, sin discusión, funcionaron bastante bien, si se considera que el país fue uno de los menos afectados por la crisis global que azotó a Estados Unidos, de la cual no ha podido salir.

Ante la caída de los precios del petróleo y la acelerada depreciación del peso (que se fundamenta básicamente en factores globales) también se han tomado medidas en la dirección correcta.

Ayer mismo, el director de la OCDE consideró como pertinente la forma en la que el gobierno mexicano ha enfrentado la crisis económica global mediante el aumento en las tasas de interés, decidido por la junta de gobierno de Banco de México, así como los ajustes presupuestales y el paquete económico presentado para el año próximo.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial coincidieron, durante su reunión de octubre, en que en México se están tomando acciones no sólo para mantener la estabilidad de la economía sino, además, para disminuir la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto. Ambos organismos destacaron la pertinencia de estas medidas.

La buena marcha de la economía se demuestra con un crecimiento superior al de Estados Unidos, el incremento de la competitividad medido por el World Economic Forum al nivel más alto desde que existe este registro, la creación de empleos y la baja inflación.

Sin embargo, para enfrentar los retos es indispensable que se tomen acciones para disminuir la deuda como lo plantea el Paquete Económico presentado por la Secretaría de Hacienda, encabezada por José Antonio Meade.

Contrariamente a lo que muchos creen, la deuda como porcentaje del PIB no es un problema, pero si no se toman acciones como las planteadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto podría convertirse en un problema a principios de la próxima administración.

SORDOS

Hay quienes han levantado la voz hasta alcanzar niveles histéricos por el incremento de la deuda y lo han hecho ver como una falla en la administración del actual gobierno; no obstante, los únicos que están tomando acciones para disminuir este riesgo potencial, parecería que no tienen suficiente atención de partidos políticos, legisladores e incluso miembros de diferentes instancias del gobierno o que reciben transferencias presupuestales.

Ayer, el Consejo Coordinador Empresarial hizo un llamado a diputados y senadores, muy parecido al que ha reiterado una y otra vez la Secretaría de Hacienda. Los empresarios piden que el Paquete Económico fomente la inversión y el crecimiento dentro de un marco fiscal.

La dependencia que encabeza Meade dice una y otra vez que es necesaria la generosidad y responsabilidad de las fuerzas políticas para mantener el crecimiento de la economía mexicana y evitar problemas como el sobreendeudamiento.

En los hechos, parecería que claman ante una comunidad de sordos. Ya hemos visto cómo algunas dependencias, particularmente buenas para despilfarrar como el Instituto Nacional Electoral, y otras instancias que dicen que si a ellos se les aplica el recorte no podrán cumplir con su función.

La semana pasada, el PRD nos regaló un monumento a la política cavernaria y ridícula que siguen algunos. Al día siguiente de una reunión con el secretario de Hacienda hicieron una marcha para reprochar que se les está “robando” el dinero que les corresponde.

De entrada, los recursos son de la población y son producto de los contribuyentes. En segundo término dejan ver que no están dispuestos a ser más eficientes, sino a dar un manejo político.

Hasta el momento, ninguna fuerza política o usuario de fondos públicos ha mostrado la disposición para hacer un esfuerzo para mantener finanzas públicas sanas.

No sirve de mucho un presupuesto bien diseñado, un hábil y experto negociador como el secretario de Hacienda ni el reconocimiento internacional sobre las medidas que se han venido tomando, si los partidos políticos siguen sumidos en la mezquindad y la barbarie política.

¿NETO?

La Procuraduría Federal del Consumidor es una suerte de basurero para políticos que sólo van a esa dependencia para dejar pasar el tiempo. Desde que llegó a la Profeco Lorena Martínez dijo que quería ser gobernadora de Aguascalientes; perdió la elección; ahora su sucesor, Ernesto Nemer, quiere ir al gobierno del Estado de México.

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