Esto es lo que nos espera gane quien gane las elecciones en EU

CIUDAD DE MÉXICO.- Las propuestas de campaña de los candidatos presidenciales de Estados Unidos perfilan un escenario que inevitablemente traerá consecuencias negativas para la relación bilateral con México.

Independientemente de quien gane, Hillary Clinton o Donald Trump, el panorama se complica por “el resentimiento y división en Estados Unidos”, opinó el internacionalista Rafael Fernández de Castro.

No veo un regreso al statu quo anterior (en la relación bilateral). Esta campaña electoral en Estados Unidos tiene, digamos, en términos migratorios, sociales y en comercio, implicaciones negativas para la relación bilateral... Gane quien gane", dijo el jefe del Departamento de Estudios Internacionales del ITAM, consultado por Excélsior.

Después de la elección del 8 de noviembre, los cambios más notables van en materia comercial de Estados Unidos con el mundo. Los cambios, señaló el experto, “se ven difíciles con cualquier candidato aunque, desde luego, si llega Hillary Clinton serán menores”.

Sobre el comercio internacional, los presidenciables coinciden como el rechazo al Tratado de Asociación Transpacífico (TPP). El analista político Leo Zuckermann ha advertido sobre “un proteccionismo comercial que le pegará a uno de los motores de crecimiento económico de la economía basado en el libre comercio.

Esto, por supuesto, será peor si gana Trump que si gana Clinton". Desde luego, lo que nosotros tenemos que hacer como mexicanos es defender los intereses de México, eso pasa por aprobar el TPP lo antes posible, que se apruebe en otras naciones y tratar de diversificar el comercio con otras naciones”, comentó frente a banqueros en septiembre pasado.

Además, de la competencia por la Casa Blanca, en Estados Unidos se elegirá a 34 senadores de un total de cien miembros del Congreso con sistema bicamaral: republicanos y demócratas. De esta otra elección depende el margen de maniobra del o la futura Presidente.

Si Clinton gana, pero no obtiene una mayoría en el Senado nuevamente la reforma migratoria estaría empantanada, pues ya van 12 años de impasse de la reforma, y ha habido un enorme sufrimiento en la comunidad migrante en EU como nunca. Obama terminó deportando a cerca de tres millones de personas sin documentos, y la gran mayoría de ellos son mexicanos”, explicó Fernández de Castro.

Para el experto en las relaciones México-Estados Unidos, el trabajo del gobierno mexicano, principalmente de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), será mayor después de los comicios.

México tiene una sobredependencia de Estados Unidos, 80% de las exportaciones mexicanas va para allá. En buena medida nuestro bienestar depende de lo que suceda allá y sí va a ser muy importante lo que suceda el 8 de noviembre”, dijo.

¿Cuáles son las buenas propuestas que ve en los candidatos? “Hillary Clinton ha dicho que ella va a intentar una reforma migratoria. Desde luego que es muy positivo. La agenda social de Clinton es muy progresista, en salud, en varios aspectos”.

“(Con Trump) sí veo algo positivo, que ha despertado a la diáspora mexicana, siempre heterogénea, y ahora tienen un amigo en común que se llama Donald Trump. Las 36 millones de personas de origen mexicano en los Estados Unidos por primera vez tienen un elemento en común, que es impedir que Trump llegue a la Casa Blanca.

También ha despertado a la diplomacia mexicana, una diplomacia que se ha dado cuenta que no tenemos el impacto suficiente en Estados Unidos para que un demagogo y mentiroso como Trump mancille el nombre de México no le hemos podido imponer un costo político. La diplomacia mexicana se tiene que transformar y fortalecer su presencia política, no se trata de buenas relaciones con el gobierno sino tener punch político en Estados Unidos, como alguna vez México lo tuvo en los años 90”, contestó.

Aun con coincidencias como el rechazo al Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), Trump y Clinton traen una línea completamente distinta en su plataforma de campaña, según se observa en las propuestas en materia de inmigración, economía, seguridad nacional, control de armas, justicia criminal y salud, entre otros.

Muchas promesas electorales, principalmente del empresario, son contrarias a las exigencias que México ha hecho al vecino país, como pedir que se regule el uso excesivo de la fuerza policiaca, que ha cobrado víctimas connacionales. Sucede lo mismo en proyectos de foros multilaterales como la lucha contra el cambio climático.