David Páramo

Análisis superior

David Páramo

22 Nov, 2016

Ya bájenle al miedo

Prácticamente desde el comienzo de la administración de Enrique Peña Nieto hay quienes, por interés político o simple estupidez, como los que se tragan y propalan todo lo que aparece en las redes sociales (esa inmensa legión de imbéciles), están convencidos de que el país está en crisis o al borde del precipicio.

Primero fueron quienes hablaban de crisis porque el PIB crecía al 1% a principios de la administración y hablaban de la caída de la economía y quién sabe cuántas patrañas más.

La baja en el precio del petróleo fue un gran pretexto. Hubo quienes culparon a la Reforma Energética, a la gestión del Presidente y cualquier cantidad de absurdos como decir que todo se había hecho para poder privatizar Pemex.

Otros más, los que hablan de las complejas realidades de la economía (cualquier cosa que eso sea) aseguraron que la caída en los precios del petróleo sería el principio del fin para la economía mexicana y que las correctas medidas económicas de austeridad tomadas por el gobierno federal sólo incrementarían la crisis. Los panistas, quienes irresponsables calificaron a la Reforma Hacendaria como tóxica, tuvieron que tragarse sus palabras (ya ninguno toca el tema) porque los ingresos adicionales no sólo compensaron la caída del precio del petróleo, sino que han aumentado la recaudación en términos reales. Por cierto, también decían que generaría una desbancarización, puesto que las personas preferirían las transacciones en efectivo. Otra mentira.

DEVALUACIÓN

A la baja del precio del petróleo se sumó la incertidumbre económica, primero por el proceso de normalización de la política monetaria de la Fed y después los episodios de pánico que se dieron por el proceso electoral que se ha acentuado en las últimas semanas, luego de la victoria de Donald Trump.

No son pocos los que culpan al gobierno de Peña Nieto de la depreciación del peso y hasta hacen comparaciones, absurdas y sin sentido, sobre la relación peso-dólar durante los gobierno de Vicente Fox y Felipe Calderón, como si un dato exógeno de la economía pudiera ser visto como señal del fracaso o éxito de las políticas económicas del país. La depreciación del peso, que supera el 40% durante la presente administración, no ha tenido impacto en el nivel general de precios, a pesar de que un día sí y otro también, la legión de imbéciles asegura que todo ha subido, que todo está por las nubes y que la gente está empobreciéndose: Muchos de ellos abarrotaron tiendas y centros comerciales durante el Buen Fin.

Durante los últimos 22 meses, la inflación ha rondado el 3%, y 17 de ellos por debajo de ese indicador; sin embargo, la masa desinformada está convencida (sin ningún argumento) de que la inflación está descontrolada. De los productos que se miden en la inflación, sólo el 14% está vinculado al tipo de cambio. Muchos sienten como una ofensa personal el que no haya una crisis en la economía, puesto que es lo que imaginan o desean para el país.

DEUDA EXTERNA

En todo esto se creó la moda de decir que la deuda externa del país era un problema monumental y que estaba fuera de control. Muy profunda decepción deben haber sentido cuando se dieron cuenta no únicamente que estaba creciendo de una manera ordenada y que el gobierno había tomado medidas para detenerla en 50% del PIB y comenzar a disminuirla.

No hace mucho había quienes hacían comparativos desproporcionados con otros momentos de la economía nacional y ahora son los mismos que se quejan de que el gobierno haya tomado medidas para disminuir el endeudamiento total.

EFECTO TRUMP

La victoria de Trump ha desatado una nueva oleada de pánico entre los mexicanos. En las semanas previas a las elecciones, cuando anticipé que ganaría el candidato del Partido Republicano, hice una serie de advertencias sobre algunos puntos que son fundamentales.

Ganara quien ganara la elección en Estados Unidos, el TPP estaba muerto o limitado de una gran manera y que el TLCAN se tendría que renegociar. Sin embargo, la simple palabra asusta hasta el gobierno que sale a decir tonterías como que el acuerdo comercial no se renegociará, sino que se modernizará. Ni la semántica les ayuda.

De una forma verdaderamente irracional e irresponsable no han faltado quienes disminuyan la estimación de crecimiento de la economía en un rango de entre 1 y 2% (es crecimiento a pesar de la irresponsabilidad), puesto que tienen gran miedo del futuro.

AGRANDAR MÉXICO

Los que políticamente tratan de crear la sensación de crisis y de problemas en la economía nacional son más o menos comprensibles, puesto que de una manera miserable desean que el país se joda para que ellos lo vean como lo menos malo y no una mejor opción para el país.

Los que en las redes sociales, montados en el tren de la imbecilidad, hablan de un país en crisis y culpan al gobierno deberían hacer algo para volverse productivos, dejar de quejarse y tomar acciones para hacer grande a México. 

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