Las más grandes preocupaciones de los empresarios mexicanos

CIUDAD DE MÉXICO.- La alta volatilidad en el mercado cambiario, la expectativa de un alza de tasas de la Reserva Federal y el triunfo de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos han causado que los empresarios y directivos consideren un complicado ambiente de negocios.

De acuerdo al Barómetro de Empresas 32 de Deloitte, a diciembre de 2016, la percepción de los directivos acerca del futuro del país fue más pesimista que las prevalecientes en las encuestas de agosto de 2016 y diciembre de 2015, en promedio.

Y es que solamente 19% de los hombres de negocios consideró que el entorno de las empresas será mejor dentro de 12 meses. Hace un año el porcentaje era 30.

Algo similar ha ocurrido con la situación en los meses anteriores a la encuesta: en diciembre de 2015, la situación del país, en comparación con los 12 meses previos, fue mejor para 21 por ciento; en agosto de 2016 fue de 14 por ciento y, ahora, de 13 por ciento.

Te interesa: 6 claves prácticas que debes considerar cuando recibas tu aguinaldo

Empresas

Según la encuesta de Deloitte de diciembre de 2016, la expectativa acerca de la situación general de las empresas dentro de un año fue menos optimista que en agosto de 2016 y en diciembre de 2015; ahora 10% de los encuestados cree que empeorará en los próximos 12 meses.

Sin embargo, la demanda que enfrentan las empresas no se ha alterado notablemente: más de la mitad la considera normal.

Así, en diciembre de 2016, en promedio, los indicadores acerca de las expectativas de las empresas y su desempeño en los 12 meses anteriores a la encuesta no muestran un deterioro en relación con agosto de 2016, pero el tono es menos positivo que en diciembre de 2015.

Amenazas

Para los ejecutivos de las empresas, que fueron consultados en la edición 32 del Barómetro de Empresas de Deloitte, la corrupción y la inseguridad (problemas internos) siguen siendo las amenazas principales para la economía de México.

Sin embargo, se presenta un cambio en el listado, y mientras que en agosto de 2016 la baja en los precios del petróleo ocupaba el tercer lugar entre sus preocupaciones, en diciembre desciende hasta la sexta posición, ocupando su sitio otro factor interno: la desaceleración de la economía.

Le siguen la impunidad y el alza de los precios internacionales de las materias primas.

No obstante, para los economistas del sector privado consultados por el Banco de México, los “problemas de inseguridad pública” no son el obstáculo principal para el crecimiento económico de México.

Pese a esto, es uno de los cinco mencionados con más frecuencia en octubre de 2016, como sigue: la “debilidad del mercado externo y la economía mundial” (24 por ciento de las respuestas), la “plataforma de producción petrolera” (13 por ciento), “problemas de inseguridad pública” (12%), “el precio de exportación del petróleo (10 por ciento) y “la política fiscal que se está instrumentando” (10 por ciento).

Cabe mencionar que, para este grupo de especialistas, en octubre de 2016, “inestabilidad financiera internacional” solamente tuvo tres por ciento de las respuestas, cuando en junio anterior era la segunda más frecuente (19 por ciento).

Gobierno

Las opiniones de los directivos y de los empresarios con respecto al desempeño del gobierno siguen siendo muy negativas.

En ninguno de los 11 aspectos evaluados hubo mejoría entre diciembre de 2015 y el mismo mes de 2016. Al contrario, cuatro de ellas recibieron la peor calificación en el término de un año: combatir la corrupción, reducir la inseguridad pública, combatir la impunidad y asegurar la rendición de cuentas.

Asimismo, la debilidad de las finanzas públicas en México se manifiesta en el endeudamiento creciente del sector público, entre otros aspectos.

Ahora lee: Estudiar o no un posgrado, ese es el dilema

Y es que dado su tamaño, su situación financiera tiene repercusiones macroeconómicas. Y un ajuste en la postura fiscal podría repercutir en las organizaciones.

En opinión de los ejecutivos, parece inevitable un aumento del costo del capital. Y, a pesar de que la mitad de las empresas piensa aumentar su producción en los 12 meses posteriores a la encuesta, al mismo tiempo una cuarta parte de ellas cree que disminuirá la demanda de sus productos o servicios.

Expectativas

Uno de los factores que podría afectar las expectativas empresariales es la incertidumbre proveniente de los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, con el triunfo del republicano Donald Trump.

Hasta el momento de la elaboración de la encuesta, solamente se conocen las propuestas, promesas o intenciones del Presidente electo (por ejemplo, renegociar el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá).

Así, se hizo una pregunta abierta: “¿Qué otras consecuencias, diferentes a las anteriores, cree que se presentarán?”.

La mayoría de las 301 respuestas no alude directamente a las empresas; sin embargo, muestra las preocupaciones de sus directivos en relación con la inestabilidad previsible (tipo de cambio, inflación, tasas de interés, disponibilidad de crédito; 97 respuestas), la recesión económica (58), la inseguridad y la violencia (39), la reducción del gasto público o el alza de los impuestos (20) y el descontento y la inestabilidad social o política (18).

Del total de respuestas, 26 se refirieron directamente a Estados Unidos.

barometro011216_1.jpg

barometro011216_2.jpg

barometro011216_3.jpg

barometro011216_4.jpg

barometro011216_5.jpg

barometro011216_6.jpg

barometro011216_7.jpg

barometro011216_8.jpg

Anticipan que el dólar mantendrá su fortaleza

Las expectativas de los hombres de negocios acerca del precio del dólar siguen deteriorándose. En abril de 2016, 12 por ciento de los encuestados preveía un tipo de cambio superior a 19 pesos por dólar; en agosto, 45 por ciento tenía esta opinión y en diciembre de 2016, 59 por ciento.

De acuerdo con el Barómetro de Empresas 32 de Deloitte, para 2017 se prevé que continúe la depreciación del peso: en agosto de 2016, 64 por ciento de los encuestados pronosticó que al final de 2017 el dólar estará en más de 19 pesos; ese porcentaje subió a 71 en diciembre.

Los pronósticos más recientes provienen de la encuesta de Deloitte hecha entre el 18 de octubre y el 14 de noviembre de 2016.

Las previsiones de los especialistas en economía consultados por el Banco de México entre los días 19 y 27 de octubre de 2016 fueron, para el cierre de 2016, 18.84, y para el año siguiente, 18.65.

Los datos publicados muestran que el dólar para solventar obligaciones pagaderas en la República Mexicana ha pasado de 17.9869 pesos (17 de agosto de 2016, Diario Oficial de la Federación), a 18.3524 (7 de septiembre) a 21.0511 (14 de noviembre, después de las elecciones en Estados Unidos.

Inflación

Los participantes en el Barómetro de Empresas 32, aún no ven a la inflación como una amenaza para la economía de México, pero sus expectativas se han modificado: en diciembre de 2015, 41 por ciento pronosticaba tasas de cuatro por ciento o más para 2016; un año después esta proporción fue 42 por ciento para 2016; pero para 2017 fue 48 por ciento.

Cabe mencionar que en la presentación Informe Trimestral de julio a septiembre del Banco de México, Agustín Carstens, gobernador de la institución, advirtió que la inflación al cierre de este año y de 2017 superará tres por ciento, aunque no sobrepasaría cuatro por ciento.

Entre los riesgos al alza en la inflación destacó que se acentúe la depreciación del peso y que contamine las expectativas de inflación, generando efectos de segundo orden; o aumentos de precios de bienes agropecuarios y energéticos. Entre los riesgos a la baja en la inflación ubica: reducciones adicionales en los precios de algunos insumos de uso generalizado, tales como los servicios de telecomunicación, y que se amplíe la brecha en el producto por encima de lo esperado.

Carstens identificó varias razones que dotan de una mayor fortaleza la economía nacional para afrontar este escenario. De un lado, se señalaron los logros alcanzados y previstos de consolidación de las finanzas públicas, las medidas de política monetaria preventivas adoptadas este año y el proceso de reformas estructurales. Subrayó que el sistema financiero está bien capitalizado, solvente y sin problemas de liquidez.