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CIUDAD DE MÉXICO.- Algunos errores quedan con marca, el gran ejemplo es el tatuaje que te hiciste en la adolescencia, una pequeña tragedia de la que sientes arrepentimiento, ¿se puede borrar?
Contrario a lo que se piensa, los tatuajes sí se pueden eliminar, pero no es un procedimiento tan fácil como lo fue hacértelo. Esto es todo lo que debes saber sobre la eliminación de tatuajes.
La técnica más popular es a través del uso de láser. De este modo, se dirigen pulsaciones de alta intensidad al tatuaje para fragmentar la tinta bajo tu piel y permitir que tu cuerpo deseche esos fragmentos no deseados en tu organismo.
Debes saber que las tintas de colores son las más difíciles de tratar y las negras las más fáciles y que hay otros métodos mucho más abrasivos que utilizan ciertos tipos de ácidos o agua con sal para hacer una exfoliación intensa a tu piel, pero esto a la larga la daña y no tiene los mejores resultados.
Existen varias empresas que se dedican a la eliminación de los tatuajes por medio del láser, aunque lo más recomendable es acudir a un dermatólogo que sabrá cómo tratar tu piel y qué hacer en caso de que tengas una reacción alérgica.
No todas las personas son candidatas para este procedimiento y tiene mucho que ver con el tatuaje por ejemplo su tamaño y la zona en donde está.
Eliminar un tatuaje tomará más de una sesión y hay ocasiones que incluso toma un año para desvanecer lo más posible la tinta. Una sesión dura entre 30 segundo y cinco minutos (según el tamaño) pero necesitas al menos ocho sesiones para empezar a ver que la tinta comienza a desaparecer.
Aunque el proceso promete eliminar el tatuaje, hay ocasiones en las que la tinta sólo se desvanece a un grado de ser casi invisible, y esto tiene que ver con la piel del paciente y el tipo de tinta.
Si tienes una alta tolerancia al dolor, tal vez no sientas nada, pero si no estás acostumbrado, sentirás un poco de ardor durante y después de la sesión, incluso varios días después.
No te preocupes. Si ya pasaste por el dolor de un tatuaje, seguro sobrevives al de la eliminación del mismo.
Por ejemplo, si un tatuaje fue hecho por un profesional será más difícil, pues son ellos quienes saben qué tipo de tintas y a qué profundidad colocarlas para evitar que naturalmente se desvanezcan. Si fue un tatuaje amateur, lo más probable es que no esté bien hecho y será más fácil de eliminar.
También influye la zona en la que tienes el tatuaje y tu color de piel, pues mientras más oscura, más difícil será que el láser logre su objetivo.
Finalmente, uno de los factores más importantes es tu estado de salud. Como los fragmentos de tinta salen de tu cuerpo como desechos, debes llevar un estilo de vida saludable. Hacer ejercicio, comer correctamente y beber mucha pero mucha agua.
Después de un tatuaje tu piel no es la misma y mucho menos lo es después de removerlo. En algunos casos se pueden formar cicatrices o la piel de la zona se puede oscurecer o aclarar de más, pero esto sucede cuando no acudiste a un profesional, pues en general, el procedimiento es bastante seguro.
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