Venecia, la primera ciudad del mundo que cobrará a los turistas: ¿Cuánto pagarás?

En un esfuerzo por preservar su patrimonio cultural y reducir el exceso de turismo, Venecia se ha convertido en la primera ciudad del mundo en introducir una tarifa para los turistas que visitan la ciudad solo por un día durante las temporadas más concurridas.

Este nuevo sistema, que se inició el 25 de abril, impone un cobro de aproximadamente 5 dólares en los 29 días más ajetreados, empezando desde un feriado nacional hasta mediados de julio.

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Este cobro busca disuadir a los turistas de visitar en masa en estos períodos y alentarlos a considerar otras épocas del año, contribuyendo así a la preservación de sus sitios históricos vulnerables.

La medida solo afecta a aquellos que no pernoctan en la ciudad y excluye a los residentes, estudiantes, y menores de 14 años, entre otros, quienes no están sujetos a esta tarifa.

Respuestas a la nueva medida

El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, ha descrito la introducción de la tarifa como un "experimento" para proteger la ciudad, enfatizando que se realiza con respeto y consideración hacia la comunidad y los visitantes.

Sin embargo, la implementación ha sido recibida con opiniones divididas. Mientras algunos apoyan la iniciativa como un paso necesario para la conservación de la ciudad, otros han mostrado su descontento.

Un grupo de residentes se manifestó en la Plaza Roma, calificando la tarifa de "impuesto" que no soluciona el problema del turismo excesivo.

¿Quién pagará?

Los visitantes deben registrarse y obtener un código QR para acceder a la ciudad, y hay aproximadamente 200 inspectores encargados de verificar la posesión de estos códigos.

Las multas por no cumplir con el pago pueden variar entre 30 y 500 euros.

Según Brugnaro, aunque la medida implica un costo mayor al ingreso que genera, es fundamental para educar a la población sobre la necesidad de distribuir las visitas a lo largo del tiempo para evitar la saturación.

Este nuevo sistema de cobro estará en vigencia durante los días seleccionados hasta el 14 de julio, y se prevé que ayudará a recabar datos importantes para ajustar futuras acciones y políticas.

Con estas medidas, Venecia busca no solo gestionar el flujo turístico sino también asegurar su viabilidad a largo plazo como uno de los tesoros culturales más preciados del mundo