Ciberseguridad, estrategia de estabilidad financiera

El 23 de octubre del año pasado, durante el foro Fortaleciendo la Ciberseguridad para la Estabilidad del Sistema Financiero Mexicano, Alejandro Díaz de León, hoy gobernador del Banco de México, propuso “adoptar una estrategia integral que fortalezca nuestra (del sistema financieromexicano) capacidad para detectar, contener y mitigar los ciberataques”. 

De ahí que el reconocimiento de lo sucedido en el aplicativo de enlace al SPEI de LGEC sólo activa lo que está definido, incluyendo la publicación ayer del cambio de adscripción de unidades administrativas del Banxico, y escalar algunas porque desde hace tiempo en la Dirección General de Tecnologías de la Información, había una gerencia de seguridad de las TI y la subgerencia del centro de defensa de la ciberseguridad.

La estrategia institucional tiene definiciones claras que ya existen desde tiempo atrás, porque el banco central –garante y operador de la integridad, seguridad y confiabilidad de los sistemas de pagos del país– ha emitido circulares y lineamientos precisos para mitigar el ciberriesgo, que incluye el uso de canales dedicados y encriptados, que las instituciones cuenten con equipo de cómputo dedicado para uso exclusivo de enlace a los sistemas, la prohibición de conectarse a la red abierta y el uso de firma electrónica para las operaciones.

La intención es lograr que la estrategia integral de la que hablaba entonces Díaz sea parte de la respuesta institucional, porque la supervisión será realizada con la CNBV y los más de 100 bancos conectados a los sistemas de pagos del país. 

Para ello, como adelantó el presidente de la CNBV, esta misma semana será firmado un protocolo especial de ciberseguridad entre autoridades e instituciones, para mejorar la gobernanza del sistema de seguridad. 

Éste implicará la responsabilidad sobre el tema al más alto nivel corporativo (nada que mi jefe de sistemas es el culpable), debe garantizarse la protección de datos en todas las unidades de negocio operativas; revisarse y garantizarse los controles de identidad, acceso y segregación de funciones; la coordinación con terceros relacionados y su supervisión (proveedores de hardware y software como los aplicativos en cuestión); revisar la protección de equipos de cómputo y centros de datos; el resguardo de la red de comunicación; modificar la cultura de seguridad para hacerla proactiva y que mejore la capacidad de respuesta ante eventuales incidentes y concientizar y capacitar todos los operadores de procesos críticos como del personal en general cuando se presentan contingencias.

Este sistema tendrá un grupo de coordinación que facilitará que las instituciones ante una eventual contingencia comuniquen lo que les ocurra para que el sistema en su conjunto haga frente a situaciones como la registrada en los enlaces al SPEI de algunos bancos, sin que se convierta en cacería de brujas o en un problema de desprestigio. 

Los riesgos de seguridad informática crecen y lo que se hace es reforzar integralmente la estrategia para minimizar su ocurrencia y maximizar las posibilidades de detección temprana. 

No hay inventos nuevos, sino un refuerzo. Así o más claro.

De fondos a fondo

#BBVA Bancomer realizó su Reunión Nacional de Consejeros Regionales con una convocatoria extraordinaria y, aunque no faltará quien diga que es una audiencia proanayista o promeadista, me parece que la ausencia de AMLO muestra que no tuvo ganas de ser interrogado por nuestro amigo, Carlos Loret de Mola.

Resultó un foro extraordinario, más cuando el presidente de BBVA, Francisco González, se planta con la certeza de que Bancomer seguirá siendo apoyo del crecimiento económico del país “mantiene la inversión de mil 500 millones de dólares adicionales entre 2017-2020, gane quien gane en la elección de julio, porque México es más que una elección y es un país con capacidad de crecer y avanzar en desarrollo humano si se mantiene una gestión responsable de la economía y las finanzas públicas”. Recibió de manos del Presidente la condecoración de Caballero del Águila Azteca, la máxima distinción que otorga el  gobierno de México. ¡Muy merecido!

#CANAERO-NAIM… El Foro de Transporte Aéreo realizado por la Canaero, que preside Sergio Allard, logró convocatoria plena y lleno total. Los dos temas relevantes: 1) la agenda de desarrollo del sector y, 2) la discusión –a veces vaga y confusa– sobre la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que pone sobre la mesa una y otra vez a AMLO, candidato a la Presidencia por Morena.

Interesante puntualización la de la subsecretaria de Transporte, Yuriria Mascott, sobre que el gobierno del presidente Peña no considera concesionar al sector privado la terminación y gestión del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, pues eso sería dejar el grueso de la rentabilidad futura de la infraestructura aeroportuaria en manos de privados.

El 70% de la obra requiere una inversión actualizada de 13 mil 300 millones de dólares y lo que se han invertido se ha licitado y se firmaron contratos, falta muy poco de la estructura vital y su financiamiento no depende del “dinero del pueblo”, sino del pago de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) del actual AICM, por el cual cruza 30% de los vuelos dentro de los destinos del país o 60% de los vuelos desde y hacia el país. Déjeme darle un cálculo que hizo la Canaero. 

Con un total de 62 millones de usuarios al año y una tarifa de uso del aeropuerto promedio de 35 dólares podrían generarse recursos por 1.7 billones de dólares que servirían para pagar deuda, programas sociales y gasto público, como ocurre en otros proyectos similares a nivel internacional. Las aerolíneas propusieron desarrollar, con parte de esos recursos, las zonas aledañas –Nezahualcóyotl, Ecatepec, Atenco, Chiconcuac y Texcoco–. 

El sector cerró filas, incluidos los representantes de la IATA y ALTA en torno a la agenda 2018-2024, que tiene seis ejes agrupados bajo el concepto de competitividad con sentido social: seguridad aérea, crecimiento, regulación inteligente, infraestructura, servicios de facilitación y sostenibilidad de largo plazo.