¡Ticketmaster México, completamente digital!

Resultado de la pandemia, la industria del entretenimiento a nivel mundial vivió una revolución, y México no fue la excepción. En un periodo muy corto de tiempo se pasó del cierre total de la industria a eventos controlados al aire libre con aforos máximos de 50% a la apertura total de los inmuebles a mediados de 2022.

La constante fue: fanáticos ávidos de recuperar el tiempo perdido y asistir a todo tipo de eventos, desde deportivos, culturales, de entretenimiento y, por supuesto, conciertos.

De hecho, empresas como Ticketmaster, que dirige Ana María Arroyo desde febrero de 2023, ya dio muestras de la recuperación acumulando más de 28 mil eventos en pleno 2022 y este 2023 arrancó de maravilla y, aunque se desconocen números, apunta a que será todavía mejor con la llegada a nuestro país de grandes shows de talla mundial que, en muchos de los casos, presentan una demanda de boletos por parte de los fans que supera cuatro o cinco veces la oferta disponible de boletos.

Literal, vivimos en la era de los nanosegundos para la adquisición de entradas que, a diferencia del antes y después de la pandemia, debido a la capacidad tecnológica y su evolución, puede agotar un evento en cuestión de minutos.

Es por ello que boleteras como Ticketmaster se enfrentan al gran reto de seguir mejorando sus procesos tecnológicos y de atención a los usuarios para procurar que las entradas de los espectáculos lleguen efectivamente a las personas que quieren ir a los eventos.

En este sentido, les puedo anticipar que desde la llegada de Ana María Arroyo, quien cuenta con amplia experiencia en plataformas tecnológicas y servicio al cliente, Ticketmaster está trabajando fuerte en un proceso de transformación digital y de servicio, cuyas primeras fases ya se pueden percibir.

La implementación de nuevas plataformas de protección a las transacciones financiera de los fans es un gran avance, y la nueva app permitirá la transferencia digital de boletos entre usuarios que acuden a los espectáculos en grupo, la cual permite rastrear la vida de un boleto contribuyendo así a disminuir el mercado ilegal y fraudulento de la reventa y, facilitando la medición del mercado secundario.

En México como en el mundo, este mercado existe. La reventa no es legal y, por ley, debiera estar sancionada, pero sería innegable decir que no existe.

La reventa afecta a las personas con sobreprecios y las expone a fraudes, genera ganancias que no pagan impuestos y no agregan nada a la cadena de valor de la industria del entretenimiento. De ahí que la implementación del boleto digital será un paso adelante para facilitar el que en México pueda regularse, como ocurre en Estados Unidos y todos los mercados de giras mundiales, la reventa de boletos entre fans a través de plataformas y aplicaciones seguras.

Además, facilitará a los usuarios asegurar el acceso a los eventos al contar con los boletos al alcance de su celular y, dado que los recibe en su app, el usuario, una vez que los liquida con medios de pago digitales, los puede descargar en su celular para facilitar su presentación en el acceso, sin que tenga problemas en caso de caída de redes. La app de Ticketmaster permite disponibilidad del boleto descargado, aun si el celular está fuera de línea.

La inversión que realiza el equipo tecnológico de Arroyo, entiende que la venta de espectáculos requiere fortalecer la entrega de boletos segura, directa y eficiente para el acceso, y trabajan en colaboración para hacer redundante a la plataforma en materia de seguridad. Los boletos digitales permitirán identificar con mayor facilidad si un boleto, folio o registro en fila virtual es falso.

Por eso, no le extrañe una activa campaña de Ticketmaster para impulsar campañas de concientización para que los fans sólo compren boletos a través de canales oficiales, eviten adquirir boletos a un sobreprecio a través de plataformas no reguladas o usuarios en redes sociales. Los defraudadores abundan y lucran con la ilusión de las personas por asistir a ver a su artista, espectáculo, obra de teatro o deporte favorito.