Al final del año 2019, ¿su posición actual sería la misma?

Hace tres días fue entregado el Paquete Económico al Congreso de la Unión y los sorprendidos no fueron pocos, también, hubo de todo, no pocos elementos en los tres documentos fueron sorpresas desagradables para los ingenuos que creyeron, a pie juntillas, las promesas incumplibles de López.

No pocos empezamos a decir desde hace meses —en mi caso, ya alertaba desde la precampaña—, que no habría dinero para tanta ocurrencia, menos para el largo rosario de promesas imposibles de cumplir que López hizo durante meses. Hoy, el Paquete Económico demostró lo correcto y objetivo de aquella posición; clara e inobjetablemente evidencia hoy, que por encima de las ofensas e insultos mil que lanzaron los que eran sus únicos argumentos quienes, desde la más profunda de las ignorancias y el anonimato desahogaban sus envidias y frustraciones y complejos. A pesar de la virulencia de sus ataques, la realidad se impuso.

Hoy, afirmo una vez más que los recursos son escasos; por más que el equipo de la SHCP intentó satisfacer las exigencias de López, la realidad terminó por imponerse y prevalecer por encima de la frivolidad en la gobernación. Los recortes realizados a prácticamente todas las secretarías y dependencias para tratar —infructuosamente—, de satisfacer tantas ocurrencias disfrazadas de beneficios sociales, exhiben desde ya lo que será la peor gobernación vista y padecida en decenios.

La cruda realidad en materia de recursos se encargó de echar por tierra lo que decenas de millones pensaron sería, una feliz concreción de lo que algunos calificamos como promesas incumplibles. Una a una las exigencias de López al equipo de la SHCP fueron echadas por tierra; el crecimiento del PIB al 4.0%, las becas y los pagos a millones de nininis (NI estudian NI trabajan, NI quieren) y el no elevar la deuda —entre otras más—, yacen hoy en el basurero hechas pedazos.

Tomo el caso del crecimiento de la economía al 4.0%. En el documento Criterios Generales de Política Económica 2019, página 103, aparece el cuadro Marco Macroeconómico 2019-2024 que es, sin duda, todo un poema. ¿Qué podemos decir al leer estos porcentajes, de los próximos seis años? ¿Qué pensar? ¿Qué explicaría esta serie igual de mediocre que lo registrado durante más de 30 años, para el periodo 2019-2014? ¿Se conformaría usted con esos porcentajes que tanto criticó López? ¿Cómo y por qué conformarse con esas seis cifras? Todo parece indicar que nuestro nivel está en esos  porcentajes del PIB: 2.0, 2.6 dos años, 2.7 otros dos y el 2.8 para el 2024.

Al final del año próximo, allá por diciembre del 2019, ¿seguiría usted pensando lo que piensa hoy de López y su equipo, de crecer únicamente el 2.0%? Su confianza ciega y acrítica en él, frente a la incapacidad que habría exhibido en la gobernación, ¿sería la misma dentro de un año? De serlo, ¿por qué sería eso posible?

¿Qué ciudadanos hay en México, que nada los hace cambiar de opinión ante la incapacidad en la gobernación del gobernante y su equipo? Peor aún, ¿acaso la mentira burda que sólo busca ganar votos no nos llevaría a retirarle la confianza? ¿No habría la menor posibilidad, ante el fracaso de un crecimiento mediocre, de pensar en una falta de capacidad del gobernante y su equipo?

De mantener usted dentro de un año la misma fe ciega de hoy en López, ¿qué la explicaría? ¿Cuáles serían las razones para que usted, al padecer la incapacidad en la gobernación expresada en un crecimiento mediocre, desechare la realidad y justificare tal fracaso? Por otra parte, tomo el 4.0% y no obtenerlo como una muestra de muchos otros fracasos que veremos en los años por venir.

¿Qué tendría que darse para que decenas de millones de babeantes y ciegos adoradores de López, empezaren a cuestionar el error cometido este 1 de julio, al haberle entregado el voto sin pensar en las consecuencias?