Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

27 Ago, 2020

¿Qué significan las cifras de ayer? ¿La debacle?

Ayer, como cada trimestre, el Inegi dio a conocer el Comunicado 407/20, relacionado con el desempeño de la economía durante el II Trimestre del año en curso. Las tres mediciones son para asustar al más valiente: Variación con respecto al trimestre anterior (IT-2020), al mismo del año anterior (IT-2019) y la variación del I Sem-2020 con respecto al I Sem-2019.

*

Estas son las cifras: (17.1%), (18.7%) y (10.4%), respectivamente (los paréntesis indican cifras negativas; es decir, una caída). Para quien no sea un especialista, las cifras presentadas así, sin ir más allá, poco o nada le dirían. Por esto, soy de la idea que es obligado para quienes se dedican de manera profesional en los espacios mediáticos al análisis económico, a ir más allá de la frialdad de las cifras.

Por ejemplo, ¿qué pasará en los próximos meses en materia de empleo —formal e informal—, ingresos públicos y consumo privado, por ejemplo? Con este complemento, sin duda, sería más fácil convencer al ciudadano de a pie, de la utilidad de conocer el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB). Repito pues: lo más importante del nivel que alcanza cada trimestre el PIB, más que la cifra misma, son las consecuencias de la misma.

Es en ellas donde está el porqué el Presidente quiere que nos desentendamos de ese indicador, y sea reemplazado por algo tan subjetivo como un índice de la felicidad o el bienestar de las personas. Esa intención busca, no otra cosa que eludir la responsabilidad por el desempeño desastroso de la economía y en consecuencia, de la recesión actual.

Con las cifras del II Trimestre del año en curso, la economía hila cinco trimestres consecutivos con desempeño negativo; desde el II-T del año 2019, el PIB ha venido cayendo, no al nivel de este año (-18.7 con respecto al mismo trimestre del año 2019) pero, al registrar cinco caídas de la economía al hilo, se configuraría una peligrosa tendencia la cual, se traduciría en una depresión económica.

*

La pérdida de empleo este año podría cerrar en 550 a 600 mil empleos formales y 4 o 5 millones informales. La caída de los ingresos públicos —de acuerdo con proyecciones de quienes se dedican a la prospectiva económica— rondaría los 400 mil millones de pesos, faltante que debería ser compensado con deuda.

La caída en el empleo se vería reflejada, inevitablemente, en menor demanda y consumo de millones de familias. También, al perder el empleo y el ingreso consecuente, la incapacidad de millones para cumplir con sus compromisos crediticios elevaría los niveles de cartera vencida de algunos bancos y tiendas departamentales, las cuales emiten sus propias tarjetas de crédito.

En este panorama, es evidente el papel dañino que han jugado este gobierno y sus decisiones en materia económica. Son de tal profundidad los daños causados a la fecha, que los dos próximos años no bastarían para recuperar el nivel que tenía, al 31 de diciembre del año 2018 por ejemplo, el PIB per cápita.

*

Por lo anterior, es importante estimar las consecuencias que tendría el desempeño de la economía, medido éste con el PIB, no con subjetivismos tramposos.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube