Llorente y Cuenca estrena nombre. Ahora es LLYC

Llorente y Cuenca, agencia de origen hispano, que llegó a México en 2007, en la actualidad es codirigida por Rogelio Blanco y Juan Arteaga, está experimentando un audaz proceso de rebranding a nivel global, que contempla el cambio de marca e imagen, ahora simplemente será conocida como LLYC.

Multigalardonada tanto localmente como en el mundo. En 2018 la Asociación Mexicana de Comunicación (AMCO) reconoció la campaña de comunicación para Starbucks.

 Además, también fueron reconocidos por el diagnostico de reputación de Autlán, en los Stevie 2018 le otorgaron el oro como mejor agencia de relaciones públicas, así como agencia del año en México, Centro y Sudamérica, entre otros.

Rogelio Blanco, en entrevista para esta columna, explicó que el rebranding es una de las multidisciplinas de la empresa y lo están aplicando en su propia compañía, y están conscientes de que las compañías se desenvuelven en un contexto disruptivo.

Supone enormes oportunidades y también riesgos considerables. Y el éxito, hoy más que nunca, pasa por la anticipación. Ésa es la propuesta que hacen desde LLYC para sacar el mayor partido a la transformación de la sociedad y los negocios que estamos viviendo.

Comentó además que exploran los avances que ofrecen las BABIVs (Inteligencia Artificial, Big Data, Internet of Things, Realidad Virtual y Aumentada) para diseñar y establecer nuevas estrategias de comunicación.

Es una agencia independiente y global de consultoría de comunicación y asuntos públicos con presencia en 13 países.

Cuenta con más de 600 consultores en el mundo, de los cuales en México tiene más de 80.

Y precisó: “Ayudamos a nuestros clientes a tomar decisiones estratégicas dentro del contexto disruptivo e incierto en el que vivimos, teniendo en cuenta su impacto reputacional. Y colaboramos con ellos para que las ejecuten con éxito”.

Comentó que la compañía tiene la capacidad de responder con agilidad a los nuevos cambios del mercado, a anticipar sus desafíos y oportunidades es una de las realidades más importantes a la hora de gestionar una marca.

Y ése es el mensaje que buscan transmitir a todos sus clientes. La marca debe tener el deseo de evolucionar y renovarse constantemente o no sobrevivirá.

Finalmente, les explican por qué, cómo y cuándo hacer un rebranding, así como las razones, método y consejos sobre lo que sí y lo que no se debe hacer en un cambio y transición de marca.

Y concluyó: “Sabemos que un rebranding bien articulado puede revitalizar un negocio, pero tengamos algo en cuenta: no es una cuestión de cambiar el logotipo y pegarlo en todos los puntos de contacto”, dijo.

Además, manifestó que “cuando hacemos un rebranding, estamos reestructurando el potencial de una empresa, estamos diseñando nuevas estrategias que enriquezcan el rendimiento del negocio y creen un vínculo más estrecho entre nuestra marca y sus clientes o usuarios”. Finalizó diciendo que “se trata de fortalecer el mensaje de nuestra marca para permitir que evolucione y nunca deje de conectar con nuestras comunidades, que son nuestra prioridad”.