Servicios que debe tener un auto para pasar la verificación vehicular

Antes de llevar tu coche a la verificación obligatoria en México, es crucial realizar tres servicios clave que asegurarán su buen funcionamiento y te ayudarán a evitar problemas y multas.

Estos servicios son fundamentales para aprobar la verificación vehicular sin contratiempos.

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Servicios que debe tener un auto antes de la verificación vehicular

El primero de estos servicios es la alineación y balanceo de las llantas. Este proceso ajusta el ángulo de los neumáticos para asegurar que estén alineados y perpendiculares al piso, lo que proporciona una distribución adecuada del peso del vehículo. Si no se realiza este servicio, las llantas pueden experimentar fricción excesiva, lo que resulta en vibraciones y un desgaste irregular.

El segundo servicio es la revisión de las pastillas de freno. Estas piezas son esenciales para el sistema de frenado del automóvil.

Con el tiempo, las pastillas de freno se desgastan debido al constante contacto y pueden aumentar las emisiones del motor si no se reemplazan a tiempo. Por lo tanto, es crucial verificar regularmente el estado de las pastillas de freno para garantizar su correcto funcionamiento.

Finalmente, es importante supervisar los niveles de aceite del vehículo de manera constante. Un mal nivel de aceite puede provocar una carga excesiva en el motor y aumentar las emisiones contaminantes.

Estos servicios son muy importantes para garantizar que un automóvil esté en condiciones óptimas para pasar la verificación vehicular sin problemas. No realizarlos podría resultar en multas para el dueño del auto.

¿Qué se hace en la verificación vehicular?

La verificación vehicular es un trámite obligatorio realizado dos veces al año, tiene como objetivo determinar si los autos emiten gases o líquidos contaminantes. Aunque es importante mencionar que existen exenciones para vehículos con holograma 00, eléctricos e híbridos.

El proceso consta de tres pruebas: una inspección visual de componentes como el tapón del tanque de gasolina y la varilla de aceite; una revisión del humo emitido por el escape, donde el color azul o negro indica contaminación; y finalmente, la medición de las emisiones de hidrocarburos y dióxido de carbono.

En caso de resultados altos de contaminación, se informa al conductor sobre el origen del problema y cómo solucionarlo.