Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

12 Oct, 2022

El boom de los desarrollos inmobiliarios en destinos de playa

En Cancún, Riviera Maya, Los Cabos y Riviera Nayarit no sólo quienes se dedican al nego­cio del hospedaje están viviendo los benefi­cios del boom provocado por el incremento en la llegada de turistas extranjeros.

También los desarrolladores y brokers de propiedades inmobiliarias han visto un au­mento en sus ventas, lo que está abriendo el apetito de la instituciones financieras.

En México existen trámites obsoletos que deben cumplir los foráneos para adquirir una propiedad que se encuentre dentro de los 50 kilómetros medidos desde las costas o de las franjas fronterizas.

Como los estadunidenses y canadienses, fundamentalmen­te, buscan propiedades que mi­ran al mar, todos ellos tienen que adquirir sus predios a través del Fideicomiso de Zona Res­tringida (FZR) que es una figura de la Segunda Guerra Mundial.

Su propósito era evitar que un potencial enemigo pudiera dar acceso fácil a las tropas de otros países, algo que, con el desarrollo de la tecnología, las comunicaciones y en el contexto geopolítico actual, principalmente da risa.

En la práctica ello implica que el extranje­ro nunca es propietario directo de los inmue­bles, sino a través de los fideicomisos y éstos forman parte de la actividad cotidiana de no­tarios e instituciones financieras mexicanos.

También implica un trámite adicional para los extranjeros, con un costo de entre 500 y 700 dólares al año en promedio, que se tiene que renovar cada 12 meses.

Además, hay que tramitar una autori­zación en la Secretaría de Relaciones Ex­teriores; pero como todo esto ya se hace fluidamente, en realidad no ha impedido que, desde la pandemia, siga creciendo la deman­da de inmuebles.

Así es que hoy los bancos comerciales, que desde la crisis inmobiliaria del 2008 en Estados Unidos se habían retirado de finan­ciar al turismo, están apoyando a los desa­rrolladores, incluso con productos nuevos, como créditos puentes.

Incluso, algunos dan créditos para extran­jeros y por una mezcla de la inflación global, el incremento de precios de insumos clave como la varilla y el aumento de la demanda, en la mayoría de los destinos mencionados se han generado plusvalías de dos dígitos en dólares en los últimos 24 meses.

Si tuviéramos un gobierno que aprove­chara las oportunidades, éste sería el mo­mento ideal para eliminar los FZR, para alentar más la llegada de esos visitantes que ahora están decididos a pasar largas tempo­radas en México.

Pero, como ha sucedido a lo largo de este sexenio, segura­mente los buenos resultados se darán ante la indiferencia de un gobierno que dejó la política tu­rística al garete.

DIVISADERO

Reconocimientos. En noviem­bre dos empresarios turísticos serán objeto de sendos recono­cimientos, aunque por diferentes causas y organizaciones.

Ernesto Coppel, fundador de Grupo Pue­blo Bonito, recibirá el Premio Miguel Alemán al liderazgo turístico.

Hoy el valor de su empresa se estima en mil 700 millones de dólares, con una fuer­te presencia en Los Cabos, Mazatlán y pro­yectos en San Miguel de Allende y la Riviera Maya.

Mientras el Consejo Nacional Empresa­rial Turístico (CNET), que preside Braulio Arsuaga, reconocerá a Alejandro Zozaya como Empresario Turístico del Año, luego de su exitosa gestión como fundador y pre­sidente de AMResorts, una operadora que en sólo 20 años pasó de cero a conducir más de 130 hoteles y que fue vendida a Hyatt en dos mil 700 millones de dólares.

Dos mexicanos exitosos, que hoy son ejemplo por su gestión turística a nivel mundial.

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