Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

14 Oct, 2022

Morena, los paraísos turísticos y los infiernos de marginación

Una de las frases de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador fue aque­lla de que en los paraísos turísticos acabaría con los infiernos de marginación; propósito en donde el mercado podría poner su gra­nito de arena, aunque afectaría los intereses de algunos políticos de Morena.

La falta de agua y las limitaciones de la energía eléctrica son dos problemas que im­pactan a Baja California Sur, en general y, a Los Cabos, en particular.

La principal fuente de agua potable en el destino de turismo de lujo más importante de México es la que se acumula durante la temporada de lluvias, además de los pozos que se han perforado para extraer el agua del subsuelo y que requieren de permisos gubernamentales.

Muchos los tienen políti­cos y allegados a los mismos que gobernaron el estado en el pasado y que ahora están de vuelta, pues todos ellos militan en Morena de donde proviene también el actual gobernador Víctor Manuel Castro.

Así es que varios de esos hoteles de súper lujo, que tan­to éxito tienen, siguen pagando “pipas de agua” para alimentar sus cisternas.

El precio lo determina la oferta, pero ni en periodos de escasez llega a impactar propia­mente las finanzas hoteleras; en una plaza donde la tarifa promedio por cuarto ya su­pera los 400 dólares por noche cuando antes de la pandemia no llegaban a 230.

El problema es para los trabajadores de las colonias populares, que muchas veces no tienen una cisterna o un tinaco, así es que en el verano, cuando las temperaturas se acer­can a los 40 grados, “el infierno” sin agua es todavía más difícil de sobrellevar.

En un destino donde la Asociación de Hoteles de Los Cabos tiene registrados 84 miembros, incluyendo algunos en Todos Santos y Cabo del Este; un grupo de empre­sarios hizo un censo de aquellos que ya son autosuficientes en agua.

En total, se trata de 36 hoteles y desarro­llos, aunque en varios casos una sola organi­zación empresarial, han invertido en varias plantas desaladoras, capaces de generar agua potable a través del procedimiento de ósmosis inversa.

Algunas de las variantes son pozos de playa, pozos de absorción, tomas abiertas, toma directa marina e inyección directa y en su conjunto tienen una capaci­dad de producción de más de 50 mil metros cúbicos por día.

Algunos de los hoteles que cuentan con esta infraestruc­tura son Cabo Villas, Mari­na Fiesta, Casa Dorada, Plaza Puerto Paraíso, Hacienda En­cantada, The Waldorf Astoria, Hilton, Marquis, Gran Fiesta Americana, Grand Mayan, Pla­ya Grande, Solmar, El Dorado, Montage, Diamante, Grupo Pueblo Bonito, Chileno Bay, La Estancia, Tesoro, Cabo Ha­cienda, Breathless, Royal Sola­ri, Barceló, Cabo Azul, Colonos de El Pedregal, JW Marriot, Hyatt Zica y Secrets Puerto Los Cabos.

Sus capacidades de produc­ción son disímbolas, en algunos casos están estrictamente orientados a satisfacer sus ne­cesidades, pero otros varios tienen exceden­tes que se podrían vender a la comunidad, incluso a través del municipio.

Hace años que ha habido conversacio­nes al respecto y las autoridades locales han retrasado negociar con las autoridades federales.

Basta sumar dos más dos para saber que, si bien allí hay una opción para solucionar el problema de escasez del agua, los más per­judicados serían los dueños de los pozos y las pipas que siguen llenándose las bolsas de dinero.

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