La regulación del outsourcing II

Por Martín Rodríguez Sánchez
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Tal como lo anuncié en la entrega pasada, desde el Consejo Internacional de Empresarios (Coine) promovimos la organización de un conversatorio (mesa de análisis y diálogo) sobre el impacto en los negocios de la iniciativa de reforma al outsourcing, la cual, tentativamente, tendrá efecto para 2021.

Con la participación de especialistas en la materia fiscal-laboral, cuya trayectoria acumula experiencia en sector público y privado, así como CEOs de diferentes despachos de países como Italia, Argentina, Perú, Nicaragua, Costa Rica y México, llevamos a cabo, de manera virtual, un diálogo-exposición utilizando como escenario la reunión mensual del Comité Internacional Ejecutivo de Estrategia y Negocios, perteneciente a la red global UC&CS Global.

Decidimos que dicha reunión era el espacio idóneo para hablar de un tema de alto interés para el empresariado mexicano que, además, como se pudo constatar, también implica a grandes empresas trasnacionales radicadas en territorio nacional, sobre todo a aquellas de origen estadunidense y canadiense que, por motivos del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) tienen negocios e inversiones en el país, sectores que van desde el automotriz y el minero hasta el manufacturero.

Como siempre lo hemos hecho, la estrategia del Coine con este ejercicio apuntó a que, a través de casos prácticos conjugados con la experiencia de nuestros especialistas invitados, se lograra otorgar soluciones para impulsar a las empresas a encontrar modelos que les permitan obtener rentabilidad y competitividad.

En este caso en particular, la mesa de diálogo y análisis que realizamos apuntó principalmente a aquellas empresas que, por cuestiones propias de sus líneas de negocio, hallaron en la subcontratación el remedio para enfocarse en lo que saben hacer y decidieron dejar en manos de expertos las gestiones administrativas laborales.

De igual manera, fue un acierto llegar al consenso de que la relación obrero-patronal existente en México es en demasía complicada, lo que deriva en que, por ello, las empresas extranjeras que llegan a constituirse al país decidan ceder la selección, contratación y tramitologías de sus trabajadores a empresas especializadas en outsourcing. En gran medida, para tal efecto nos resultó acertado que representantes de despachos extranjeros participaran en una mesa con temática doméstica, pues su visión nos aporta elementos que posiblemente hemos dejado pasar de lado. Asimismo, ellos contarán con elementos para asesorar a las empresas o inversionistas que tengan en mente venir a establecerse a nuestro país.

Obviamente “el saber descifrar el tablero de juego antes de iniciar una partida” asegura mayores posibilidades de éxito. De modo que, traducido al lenguaje empresarial y de negocios que nos atañe, resultará más asertivo para el Coine, como organismo de vinculación y atracción de negocios, cautivar a la Inversión Extranjera Directa (IED) de países que no integren alguno de los tratados comerciales a los que está suscrito nuestro país.

Finalmente, además de dictar las potenciales rutas de acción para las empresas que utilizan el outsourcing, lo que nos ha dejado este conversatorio fue el establecimiento de las bases para otorgar garantías de que las empresas cuentan con el apoyo para evitar caer en malas prácticas fiscales e, incluso, salvaguardar la práctica de este esquema bajo la normativa vigente.

Deseo utilizar mis últimas líneas para adelantar que, así como nos encontramos trabajando en este tema de la subcontratación, nuestros equipos especializados continúan fortaleciendo la estructura de atracción de capitales para que permita sumar a la recuperación económica. Estaremos próximos a presentar la plataforma con la que buscaremos reavivar lo que hace algunos meses buscamos tras la desaparición de ProMéxico.

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