El Porfiriato, ¿fortalecimiento institucional y desempeño económico?

Con la llegada de Díaz al poder se instauró un sistema que generó confianza en los actores económicos: se logró la estabilidad política y se crearon leyes que regularon los derechos de propiedad
Economía -
La existencia de instituciones sólidas y confiables genera incentivos claros sobre la certeza que tendrán los agentes respecto a sus decisiones de inversión, consumo y trabajo. Foto: Cuartoscuro
La existencia de instituciones sólidas y confiables genera incentivos claros sobre la certeza que tendrán los agentes respecto a sus decisiones de inversión, consumo y trabajo. Foto: Cuartoscuro

Las instituciones son aquellas normas de conducta, explícitas o consuetudinarias, que rigen la vida de una comunidad. En palabras de Douglas C. North, son las reglas de juego en una sociedad, es decir, son los límites impuestos por el hombre para organizar la interacción humana. De las definiciones anteriores se deprende la importancia que tienen las instituciones sobre el desarrollo económico. La existencia de instituciones sólidas y confiables genera incentivos claros sobre la certeza que tendrán los agentes respecto a sus decisiones de inversión, consumo y trabajo.

Hasta antes del Porfiriato, en México las amenazas de conflictos internos eran constantes a la vez que los gobiernos eran intermitentes y débiles. Con la llegada de Díaz al poder se instauró un sistema que generó confianza en los actores económicos: se logró la estabilidad política y se crearon leyes que regularon los derechos de propiedad. Por ello, es precios mencionar algunas de las características del Porfiriato y analizar cómo fue que impactaron en el desarrollo económico.

Como mencioné anteriormente, para fortalecer las instituciones es indispensable contar con estabilidad política. Por esa razón, el general Díaz creó una policía (los Rurales) eficiente en el sentido de establecer la paz y contener el contrabando en caminos y centros textiles y mineros.

Otra de las disposiciones de Díaz fue limpiar la percepción que se tenía del ejercicio gubernamental. Las administraciones anteriores habían dibujado entre la población la imagen de un gobierno en precariedad fiscal, que desconoce unas deudas y suspende otras, que es impune ante el crimen y que no logra la implementación completa de las disposiciones legales.

Bajo este clima de estabilidad y respeto a la ley y los contratos, la minería experimentó un auge, que puede ser explicado por la construcción de un marco que normara su actividad: el Código de Minería. Otros factores que propiciaron su apogeo son la expansión de redes ferroviarias, la gran demanda de productos minerales utilizados en la industria de diversos países y que propició una diversificación en la producción minera.

Con respecto a los ferrocarriles, la política de Díaz fue promover su expansión por el territorio nacional, por lo que una gran parte del gasto gubernamental fue dedicado a los subsidios otorgados a las distintas compañías ferrocarrileras. Para muestra de su crecimiento, en 1880 la red ferroviaria consistía en poco más de 1 000 km, 30 años después, la longitud de la red aumentó en 20 veces. De tal suerte, el impulso a los ferrocarriles sirvió para disminuir los costos de transporte que imperaron en casi todo el siglo XIX y para unir el segregado territorio. Coatsworth estimó que el ahorro social generado por el abaratamiento en los medios de transporte es causante de un tercio del desempeño económico en la segunda mitad del Porfiriato. Con la misma finalidad se promovió el correo y el telégrafo como medios de comunicación.

Fue a través de estos mecanismos que se pudo dar un gran impulso económico. Antes, sin medios de transporte baratos, eficientes y seguros, cada comunidad estaba aislada, como si viviera en autarquía. Con la mejora de los medios de transporte y de comunicación se hizo posible el intercambio de diversos productos. Ahora, cada región podía especializarse en la producción del bien en el que fuera más eficiente en términos relativos e intercambiarlo por otros bienes.

Otro sector de la economía que sufrió grandes cambios fue el financiero. En tiempos anteriores al Porfiriato, el mercado financiero interno era muy pequeño, principalmente compuesto por agiotistas que cobraban altas tasas de interés por la elevada demanda de préstamos por parte del gobierno. Bajo este nuevo régimen, se dio la creación del Banco Nacional, institución crediticia que tuvo desde sus inicios grandes privilegios.

En lo tocante a la política fiscal, el gasto siguió aumentando durante el gobierno de Díaz. Sin embargo, no fue por excesivos gastos militares, sino por una gran cantidad de obras de infraestructura. De 1870 hasta 1892, el ejercicio gubernamental aumentó a una tasa promedio de 6.7% al año. Los ingresos fiscales también crecieron, de tal manera que hasta 1881 no se tuvo que recurrir a déficits. Para el año siguiente, el Secretario de Hacienda, José Yves Limantour, disminuyó el gasto público y simultáneamente aumentó los impuestos indirectos y promovió una diversificación de los impuestos, con los cuales se pudieron superar los episodios de déficits crónicos e incluso tener superávits fiscales.

Si bien es cierto que hubo un mayor desarrollo económico durante el Porfiriato, también lo es que éste no fue homogéneo para toda la población. Un ejemplo claro es el caso de la agricultura, en donde el sector comercial tuvo un notorio crecimiento debido al abaratamiento de los medios de transporte, a los potenciales mercados, tanto internos cuanto externos, y al aumento de tierras disponibles. Sin embargo, en la agricultura de subsistencia, que era el sector en el que se encontraba una gran parte de la población, no se dio ese despegue puesto que la producción creció apenas a la velocidad a la que lo hacía la población según Coatsworth. Además, la reforma agraria promovida por Díaz descansaba en los principios de las Leyes de Reforma, cuyo objetivo fue poner en circulación y en actividad las tierras ociosas. Se promovió la propiedad individual, más nunca se procuró una equitativa distribución de la riqueza. Las tierras que antes eran comunidad comunal, ahora pertenecían a una sola persona.

Las reformas llevadas a cabo durante el régimen de Díaz estuvieron encaminadas a promover la libertad económica que sólo fue efectiva para una minoría. De esta manera se generaron fuertes tensiones sociales, sobre todo en lo concerniente al reparto agrario y a la violenta represión de los trabajadores, las cuales más tarde desembocarían en el estallido de la Revolución.

Texto escrito por José Luis Cruz.

*RA

Tips para tus finanzas personales directo en tu correo.
Al registrarme acepto los términos y condiciones

  TAGS

Taboola
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR