José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

13 Nov, 2020

¿Por qué las elecciones en EU son complejas?

Se ha vuelto un lugar común denunciar que el sistema electoral de EU es “poco democrático” al no contar con el sufragio universal y directo, y que hay que cambiarlo sin entender las razones de su existencia y cómo se trata de un elemento básico en el genuino federalismo que el nuevo país se ingenió al nacer.

A diferencia de otras naciones como los que pertenecimos al imperio español, los orígenes de EU se remontan a colonias independientes con distintos propósitos, creadas por empresas y personas disímbolas que se dieron leyes y formas de operar y hasta religiones diferentes.

Los habitantes de las 13 colonias americanas eran súbditos del rey de Inglaterra, en una relación mucho más distante que quienes vivían en las colonias españolas por la presencia de un virrey que encarnaba al monarca, dictaba leyes y se aseguraba que se cumplieran, y hasta imponía las costumbres.

Precisamente, fue el intento de la corona inglesa por controlar más lo que sucedía en las colonias americanas y su empeño por cobrar mayores impuestos e imponer un monopolio mercantil férreo, como ocurría con las dependencias españolas, lo que llevó a la insurrección de sus habitantes.

Lo que siguió fue la epopeya militar bien conocida y el caos administrativo por el vínculo común que se dieron las colonias, los Artículos de Confederación, que creaban una alianza entre ellas, con una asamblea de representantes con acotadas tareas, como emitir deuda, pero no los medios para recaudar ingresos.

Al alcanzar la improbable victoria militar, Estados Unidos empezó a operar como entidad autónoma en forma por completo disfuncional, pues cada uno de los estados jalaba por su lado, atendiendo sólo sus propios y limitados intereses.

El intento de un acuerdo de libre comercio entre los estados en la Convención de Annapolis de 1786, porque se habían dedicado a adoptar alcabalas y otros obstáculos al comercio, fracasó, pues la mitad de los estados no llegó, mientras que la deuda emitida por la confederación se cotizaba a 1% de su valor facial, ya que la esperanza de pago era remotísima.

La creciente frustración con el fiasco de la unión llevó a convocar a la Convención Constituyente de 1789, pues los principales pensadores del nuevo país habían caído en cuenta que de no organizarse mejor, su incipiente país iba al fracaso e invitaba a la guerra civil y a la intervención extranjera.

Esa convención tuvo que hacer todo tipo de tejemanejes para conseguir el apoyo para una nueva constitución que incluía un gobierno nacional hasta entonces inexistente, por lo que los estados insistieron en adoptar los mecanismos para preservar su autonomía ante esa nueva autoridad.

La definición de los poderes que integrarían el nuevo gobierno, un Legislativo omnipotente, un Ejecutivo fuerte, pero acotado, y un Poder Judicial que impusiera la ley y vigilara que los otros poderes no excedieran sus funciones, se hizo con la soberanía de los estados como prioridad, razón de ser del Colegio Electoral.

La semana que entra seguiremos con este recuento.

 

*Consultor en economía y estrategia en Washington DC y catedrático en universidades de México y Estados Unidos.

 

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