José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

2 May, 2018

La respuesta automotriz

Ildefonso Guajardo sabe bien los tiempos del TLCAN: la siguiente semana debe estar lista la respuesta automotriz de México a la propuesta estadunidense que resultó intransigente e irreal.

México presentaría su oferta automotriz antes del 7 de mayo, fecha en que el secretario de Economía de México se reunirá con sus contrapartes, Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, y Chrystia Freeland, canciller canadiense.

Ojo: la respuesta mexicana vendrá consensuada, sí y sí con la industria automotriz. En algún momento parecía que Guajardo y la industria automotriz, representada en la AMIA (Asociación Mexicana de Industria Automotriz), iban por carriles separados. Ya vieron que así no van a avanzar.

PUDIMOS NEGOCIAR TPP, TLC CON EUROPA, PERO EU SE RESISTE

Este mismo lunes vimos a la AMIA, a través de su presidente, Eduardo Solís, ser contundente en contra de la postura automotriz de Estados Unidos.

Negociar con la administración de Trump el TLCAN está siendo sumamente tortuoso. Vaya, primero salió el CPTPP de Asia-Pacífico, luego el TLC con la Unión Europea y todavía no puede salir adelante el TLC de América del Norte.

La razón: Estados Unidos pone sobre la mesa posturas imposibles de cumplir, en las que ni siquiera ellos ganan; o bien, ellos creen que ganan en el corto plazo, pero en el mediano plazo perderán competitividad y productividad de toda la región.

CUATRO PUNTOS DE EU QUE NOS SACAN DE MERCADO

Eduardo Solís, presidente de la AMIA, ya explicaba los cuatro puntos de la propuesta de EU que son, sinceramente, imposibles de cumplir:

1. EU quiere que 75% de la fabricación automotriz tenga contenido regional, es decir, elevar la regla de origen de 62.5% a 75%, donde habría un proceso de transición de dos años para lograrlo para las pick ups, y de cuatro años para los vehículos ligeros.

2. EU se sacó de la manga (y es una locura que te elevaría los costos) fabricar de manera forzosa en la región norteamericana hasta siete piezas clave de los automóviles, entre las que destacan los motores, las transmisiones, el chasis, la carrocería y las partes estampadas. Dichas partes tendrían que cumplir con 75% de contenido regional. Y son todas, es decir, en todas ellas debes cumplir con 75% de contenido regional.

3.- El tercer candado que quiere EU es que la industria automotriz compre, también de manera forzosa, 70% del acero y 70% del aluminio de la región. Debes cumplir con ambos, lo cual también te saca del mercado, pues no podrías importar acero o aluminio más barato.

4.- El cuarto candidato son los salarios. Estados Unidos plantea que se fabrique 40% de los vehículos ligeros y 45% de las pick ups en zonas con salarios elevados, de más de 16 dólares la hora, que, por cierto, sólo la tienen en Estados Unidos.

REGLA DE ORIGEN, QUE NO SEA CAMISA DE FUERZA

En algún momento se veía una postura más flexible de EU, pero volvió a endurecerla en el sector automotriz, el sector clave para México dentro del TLCAN, donde ha recibido prácticamente a las principales armadoras con inversión en plantas en nuestro país, y donde se cuenta con varias cadenas de proveeduría.

El contenido actual de 62.5% de fabricación regional ha permitido que se traigan motores o piezaso acero o aluminio de otros países, por ejemplo, de Japón, Corea del Sur, Brasil, España o Alemania. Esto ha facilitado la fabricación automotriz y nos ha hecho competitivos.

Tanto Ildefonso Guajardo como Eduardo Solís, autoridad e industria, esperaban una elevación de la regla de origen en ciertos componentes. Pero no que tengas candados de producción en casi toda la fabricación de los vehículos, lo cual te sacaría del mercado.

ELEVAR SALARIOS, PERO NO CANDADOS A FAVOR DE EU

Además, el tema de los salarios debe acordarse de otra manera: los salarios en México deben elevarse, desde luego, pero bajo esquemas de compromiso y transición que contengan productividad.

Pero querer que se fabrique 40% de la producción automotriz donde se pague más de 16 dólares la hora es un candado a favor de la industria estadunidense, que es la única que tiene esos salarios tan elevados.

Total, gobierno e industria van de la mano para presentar la siguiente semana una postura más creíble y competitiva en reglas de origen y cadenas de valor. ¿La aceptará el equipo estadunidense? No se sabe. Lo único cierto es que sí se necesita más flexibilidad por parte del equipo comercial de la Casa Blanca, pues así las negociaciones del TLCAN corren el riesgo de descarrilarse.

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