Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

29 Jul, 2019

MIA a Santa Lucía, condicionantes complicadas

 

El Resolutivo de Impacto Ambiental que finalmente emitió Semarnat en favor del aeropuerto de Santa Lucía es, en verdad, digno de Ripley porque la Secretaría de la Defensa no podrá cumplir con algunas de las 16 condicionantes, ya que están fuera de su ámbito de alcance, como el desarrollo de nuevas tecnologías en aeronaves para hacer más eficiente la combustión, y reducir las huellas sonoras.

La primera condicionante es que Sedena debe cumplir con todas y cada una de las medidas de mitigación y compensación, recomendaciones, estudios y programas, lo que parece misión imposible porque los aviones de última generación que adquieren las aerolíneas de fabricantes como Boeing y Airbus, sí contienen innovaciones para reducir el uso del combustible y ruido, pero las “nuevas tecnologías” no son desarrolladas ni por las líneas aéreas mexicanas o extranjeras, ni por las autoridades de aviación civil que sí están desde luego obligadas a cumplir las normas internacionales que establecen organismos como la OACI e IATA, que no han dado por cierto luz verde a Santa Lucía.

Algunos de los impactos ambientales que enumera Semarnat son preocupantes y deberían levantar la voz de alarma de los grupos ecologistas que se opusieron a la construcción del NAIM en Texcoco. Señala por ejemplo que se tendrán que “remover” 6,884 árboles, de los cuales 38 son de la especie Cupressus lusitanica, que tienen categoría de protección especial, y disminuir la cantidad de aves en la zona para evitar riesgo de choques con las aeronaves y como condicionantes se exigen programas de rescate y reubicación de flora y de conservación y manejo de fauna silvestre, de restauración ambiental, de monitoreo anual de aves, el saneamiento de la Laguna de Zumpango y un programa de uso sustentable del agua. Lo que también sorprende es la última condicionante, la 16, porque le pide a Sedena notificar, de ser el caso, el abandono del sitio, lo que podría abrir la puerta para cancelar Santa Lucía, una costosa y absurda necedad.


 
REACTIVACIÓN DEL CRÉDITO BANCARIO

El Premio Naranja Dulce de la semana es para el secretario de Hacienda, Arturo Herrera por la exitosa operación de manejo de pasivos por 3,560 mdd, que mejoró el perfil de vencimientos de la deuda externa, y por la reunión con el Comité Ejecutivo de la ABM, el presidente López Obrador y Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia en la que, además de demostrar que hay una mejor relación, se acordó la reactivación del programa de garantías de la banca de desarrollo y la disposición de la banca para tragar créditos hasta por 500 mmdp.


 
CRÍTICAS A CONEVAL

El Premio Limón Agrio es para el presidente López Obrador, quien a dos días del cambio de titular de Coneval volvió a pronunciarse a favor de su desaparición, acusándolo de derroche. Insiste en que debe ser el Inegi el que mida la pobreza, lo que es un error porque el Inegi no interpreta cifras, mientras que el Coneval, creado hace 13 años, no sólo mide la evolución de la pobreza, sino la política social.

 

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