Este martes el euro alcanzó una cotización de un dólar por euro, alcanzado la paridad entre las dos divisas, algo no visto desde diciembre de 2002. Hace un año, el euro estaba en 1.20 dólares.
Una toma de ganancias a este nivel restó presión a la divisa europea, que a medio día se recuperaba levemente al cotizarse en 1.0046 dólares, con una depreciación de 0.28 por ciento.
De acuerdo con analistas, todavía no pasa el peligro para el euro. De hecho, hay probabilidades de que el dólar lo supere, sobre todo si la inflación de Estados Unidos se sitúa por encima del mes pasado, cuando se ubicó en 8.6%, lo que implicaría que la Reserva Federal continuaría con una política monetaria agresiva que fortalecería aún más la divisa estadunidense.
Al mismo tiempo, hay gran temor en cuanto a que la suspensión programada de 10 días de los flujos del gasoducto Nord Stream 1, parado desde el lunes por trabajos de mantenimiento de verano, pueda convertirse en algo definitivo.
Lo que supondría que la crisis de gas se intensifique y que el Banco Central Europeo tenga aún menos margen para aplicar una política restrictiva y controlar la inflación.
Por Eréndira Espinosa