El S&P 500 cerró el viernes con su mayor caída de septiembre en más de una década, cruzando la línea de meta de un tumultuoso trimestre cargado de una inflación históricamente alta, tasas de interés al alza y temores de recesión.
Los tres principales índices terminaron con una fuerte caída, tras haber anulado un breve repunte a principios de la sesión.
El S&P y el Dow se anotaron sus terceras caídas semanales consecutivas, y los tres índices registraron sus segundas pérdidas mensuales consecutivas.
En los primeros nueve meses de 2022, Wall Street sufrió tres descensos trimestrales seguidos, la racha de pérdidas más larga del S&P y el Nasdaq desde 2008 y la caída trimestral más larga del Dow en siete años.
La Reserva Federal sacudió los mercados al emprender su serie más implacable de subidas de tasas de interés en décadas con el fin de frenar una inflación obstinadamente elevada, que tiene a muchos participantes en el mercado pendientes de los datos económicos clave en busca de señales de una recesión inminente.
El informe del Departamento de Comercio sobre el gasto de consumo personal (PCE) no contribuyó a disipar esos temores, ya que mostró que, aunque los consumidores siguen gastando, los precios que pagan se han acelerado, alejándose aún más del objetivo de inflación de la Reserva Federal y asegurando prácticamente que la política monetaria del banco central continuará durante más tiempo del que los inversores esperaban.
Los temores a la recesión también se hicieron eco de las graves advertencias de Nike Inc. y del operador de cruceros Carnival Corp., ambos citando presiones de márgenes relacionadas con la inflación.
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Jbf