La IA descentralizada

Para muchos ya no es ajeno que la inteligencia artificial generativa es una herramienta poderosa que está cambiando muchas industrias, economías y sociedades desde hace más de una década. La IA de este tipo puede analizar datos, reconocer patrones y ayudar en la toma de decisiones de manera mucho más eficiente y rápida que cualquier ser humano. Sin embargo, a la fecha, esta herramienta y sus sistemas ocultos, conocidos como IA de caja negra, no están visibles al público en general, lo cual debe cambiar para ser más transparentes y conocer su funcionamiento.

Durante la semana pasada en el MWC 2024 en Barcelona, varias empresas presentaron sus propuestas de descentralizar la IA a través de lo que llaman IA on Device, o inteligencia artificial en el dispositivo, y algo que me llamó la atención es que fueron principalmente las marcas chinas quienes están adoptando esta plataforma con desarrolladores de chips como Qualcomm o MediaTek.

La IA on Device permite que se usen las herramientas de IA Generativa en el equipo sin necesidad de conectarse a internet, sin ir a la nube, sin compartir nuestros datos y eso es primordial para conservar la privacidad. Puedes hacer lo mismo que hace un ChatGPT, un DALL-E, u otras aplicaciones, desde tu equipo, aunque claro, en una menor medida, pero que irá creciendo con el tiempo, y de ahí la necesidad de chips con mayor almacenamiento, velocidad de procesamiento y que operen sin problemas ante apps más robustas y pesadas.

La guerra que se viene próximamente en el sector de crear estos chips de IA para colocarlos en los equipos de uso masivo, llámense smartphones, computadoras, tablets, relojes, autos, televisores, etcétera, da una pista del negocio que se espera, y es por ello que NVIDIA ha crecido rápidamente su valor de capitalización, pero no se engañen, ahí viene Intel, Qualcomm, MediaTek, TSMC y muchas otras desarrolladoras, pues para impulsar la IA Multimodal, aquella que va mejorando la IA Generativa, al procesar e integrar datos de diferentes modalidades, como texto, imágenes, audio y video, y obtener una comprensión más completa y contextualizada de una situación, es la nueva carrera a ganar a partir de este año.

La IA descentralizada aprovecha la tecnología blockchain para convertir los sistemas de IA de caja negra, cuyo funcionamiento interno está oculto, en redes abiertas para coordinar la inteligencia de las máquinas hacia objetivos compartidos. Esto permite que las aplicaciones descentralizadas utilicen IA sin necesidad de confiar en un pequeño conjunto de organizaciones poco confiables, como puede ser OpenAI, Microsoft, Google, entre muchos otros.

Gran parte de la IA Generativa actual existe en cajas negras centralizadas propiedad de unas pocas organizaciones “influyentes”. Esta concentración de control contrarresta el potencial democratizador de la IA y entrega una enorme influencia en la sociedad, las finanzas y la creatividad a un puñado de entidades no controladas. Recuerden que no hay regulación y las empresas que abogan por una en EU, como la misma OpenAI, sólo buscan socavar con una ley a sus competidores.

A medida que avanzan los sistemas de IA, descentralizar su desarrollo y sus aplicaciones se vuelve aún más crítico. Si bien los modelos de código abierto son un gran avance, a menudo se construyen en silos, en lugar de en colaboración. Para descentralizar eficazmente la IA, los desarrolladores de código abierto deben coordinarse para crear modelos de aprendizaje automático que puedan aprender unos de otros con el tiempo. Este enfoque colaborativo entre equipos descentralizados es clave para crear sistemas de inteligencia artificial generativa que puedan rivalizar con las alternativas centralizadas.

La IA descentralizada distribuye el control sobre la tecnología más capaz de la humanidad hasta la fecha, en lugar de concentrar su poder, lo que mitiga el potencial de influencia global por parte de cualquier entidad, gobierno o empresa. También proporciona controles contra la vigilancia y la manipulación masiva por parte de gobiernos o corporaciones. El control centralizado permite la utilización avanzada de la IA contra los intereses de los ciudadanos a escalas masivas. Pero la IA descentralizada limita esta vía de opresión y democratiza su uso.

Los modelos de código abierto no son suficientes si otras partes de la IA, como las entidades que proporcionan computación para entrenamiento o inferencia, permanecen centralizadas, y ahí es donde el reto se pone fuerte este año.