Colapso cripto

-El 2022 ha demostrado que la solvencia es frágil en el mundo cripto.

La primera vez que supe de Sam Bankman-Fried, presidente ejecutivo y fundador de una plataforma de intercambio de criptoactivos llamada FTX, fue con un video en Instagram de un influencer llamado Nuseir Yassin, quien lo presentaba como el milmillonario más generoso del planeta. En aquel entonces Sam Bankman-Fried decía tener activos por 22 mil millones de dólares, el joven graduado del MIT comenzó en 2019, a sus 28 años, haciendo arbitraje de criptoactivos comprando en un país y vendiendo en otro, generando un millón de dólares a la semana y supuestamente su idea era ir donando el dinero a distintas causas. Un dato interesante es que donó al Partido Demócrata varios millones de dólares. El sueño de FTX duró muy poco, esta semana su plataforma se declaró en bancarrota con un rango de activos que van de 10 mil a 50 mil millones de dólares, más de 100 mil acreedores a los que les debe la misma cantidad. La debacle de FTX se dio hace 10 días cuando se dio a conocer en un sitio especializado, llamado Coindesk, que dicha plataforma había realizado préstamos a otra entidad que fundó el propio Sam, denominada Alameda. La firma Alameda era la que hacía los arbitrajes, el problema es que FTX utilizó los criptoactivos para hacer telaraña financiera y realizó préstamos con los criptoactivos que no debería haber utilizado, usando como colateral su propio criptoactivo, la confusión y los errores provocaron que todos los que tenían depósitos cripto en FTX corrieran a sacarlos. En un inicio, Binance, una de las dos grandes plataformas de intercambios de criptoactivos, la otra es Coinbase, anunció el rescate de FTX, sin embargo, después de revisar la contabilidad de la compañía de Sam se echó para atrás, al advertir que FTX estaba corta de 8 mil millones de dólares.

En el mundo financiero tradicional los reguladores y todo un ecosistema privado auditan a las firmas para evitar que incurran en esos riesgos. En Estados Unidos, a través del Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) se establece un seguro a los depositantes para evitar que las corridas bancarias se vuelvan sistémicas, además de que los bancos centrales pueden dar liquidez para que el sistema financiero no colapse, un buen ejemplo de ello es la crisis 2008-2009. En esa crisis, el Departamento del Tesoro, que lideraba Henry Paulson, calculó mal y dejo colapsar al banco de inversión Lehman Brothers, lo que generó pánico, por lo que, junto con el banco central de la Reserva Federal, dieron facilidades de liquidez a los bancos para evitar su inminente colapso. El mundo de los criptoactivos no tiene esas protecciones, que por naturaleza no necesitaría, salvo cuando sus entidades como FTX se ponen a hacer espejo de las firmas financieras “tradicionales”, pero sin la red de protección. Obviamente, ni el Fed ni el Tesoro, ni alguna autoridad va a salvar a los inversionistas cripto en tanto dicho sistema no está conectado al sistema financiero tradicional y su colapso no es sistémico. De hecho, los colapsos de varias entidades cripto en 2022 servirán para que figuras como Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, digan “se los dijimos”, y emerjan fuertes regulaciones. El prestigiado fondo de capital de riesgo Sequoia, que ha invertido tempranamente en empresas como Apple, Google, más recientemente en NuBank, ya estableció que el valor de su inversión de 150 millones de dólares en FTX es igual a cero.

Cualquier sistema financiero está construido en la confianza, esa confianza está afincada en la percepción de que el sistema genera valor, lo que aporta solvencia, pero el 2022 ha demostrado que la solvencia es frágil en el mundo cripto. El proceso inflacionario que comenzó en 2021 y que se agudizó en 2022 con la invasión de Ucrania generó un proceso de rebalanceo en el precio del dinero, en ese contexto la promesa de los criptoactivos falló y no resultaron resistentes a la inflación y de ahí el colapso de varias firmas. Hay otras promesas del mundo cripto, como la descentralización y la eficiencia que se mantienen, pero muy acotados. En mi opinión, el único activo cripto que tiene potencial de generar valor mediante contratos inteligentes radicados en su blockchain es Etherium, en contraste, Bitcoin no saldrá del invierno cripto, salvo el valor que pueda tener la nostalgia no creo que llegue a descongelarse y recuperar sus antiguas glorias.