Críticas a los millonarios del espacio

Mientras unos ejecutan, otros se quejan, siempre ha sido así, el que asume riesgos para hacer algo nuevo también se vuelve receptáculo de las expectativas de todos, incluidos los críticos de sofá.

Ayer por la mañana tuvimos un ejemplo de ello. Mientras Jeff Bezos cumplía su sueño de volar al borde del espacio, no tardaron en surgir voces que lo criticaron por no centrarse en combatir el calentamiento global o combatir el hambre, etcétera, etcétera. Lo mismo ocurrió con el británico Richard Branson hace unas semanas, cuando realizó una proeza similar. Ante las críticas, Branson contestó de manera políticamente correcta que a lo mejor esos críticos no estaban educados en materia del espacio y citó algunos de los avances que ha generado la carrera espacial. De no haber guardado las formas, Branson también pudo haber contestado que cuando formen una empresa como Virgin Galactic, con una valuación de 7 mil millones de dólares, la podrían vender y destinar los recursos a combatir el cambio climático. Lo mismo podrían decir Jeff Bezos o el propio Elon Musk. Los críticos de la innovación siempre han estado presentes, son los mismos que pensaban que los hermanos Wright y los primeros pioneros del vuelo eran unos excéntricos inútiles. Probablemente muchos de los que ahora critican a Branson, Bezos y Musk desde el teclado de sus teléfonos también criticaron a Steve Jobs cuando lanzó el iPhone, argumentando que el mundo no necesitaba un aparato de 500 dólares y que más bien se necesitaba resolver la pobreza. A la vuelta de los años ha resultado que una de las mejores herramientas para ayudar a que muchas personas salgan de la marginación es brindarles servicios financieros y los smartphones han sido un catalizador para lograrlo. La innovación que están generando los tres empresarios tiene ramificaciones que no son aparentes ahora, pero que seguramente contribuirán a resolver problemas urgentes, como el cambio climático. De hecho, sin la exploración espacial anterior no habría paneles solares. Es importante dimensionar que la visión innovadora del gobierno es clave y en el caso de EU la innovación espacial se da a través de los contratos que otorga la NASA para llevar a los humanos de regreso a la Luna y a Marte.

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IMPUESTOS

La única crítica válida a Branson, Bezos y Musk es que deberían pagar el mismo porcentaje de impuestos que todos los demás, aunque la mayor responsabilidad de ello recae en los que tienen a su alcance definir el marco fiscal que permitió que Bezos obtuvieron un crédito fiscal por 4 mil dólares en 2011, cuando ya acumulaba activos por 18 mil millones de dólares. El asunto es cómo fomentar la reinversión y la creación de valor sin generar ventajas enormes para los que pueden pagar a los mejores estrategas fiscales.

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EN REVERSA

Muchos de los que critican la nueva carrera espacial no reclaman los pasos en reversa que da nuestro país en materia de energía, como cancelar las becas que otorga el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Energía a estudiantes de maestría y doctorado centrados en la transición energética. Tampoco critican que el documento en donde se plasma la visión energética de México, que es el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2021-2035, contempla una mayor ponderación en el desarrollo de plantas de ciclo combinado, con un 45 por ciento del total, con lo cual queda rezagado el desarrollo de energías limpias, por lo que México no cumplirá los compromisos para la reducción de gases de efecto invernadero, pero, sobre todo, deja en desventaja al aparato productivo nacional debido a la velocidad con la que el ecosistema de negocios global avanza en la exigencia de una matriz energética mucho más limpia.

De todas formas, no creo que los críticos de sofá logren frenar la nueva carrera espacial.