Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

31 Oct, 2020

Datos y narrativas

En la estimación que hace el Inegi del Producto Interno Bruto reportó que en el tercer trimestre la economía avanzó 12 por ciento en comparación con el segundo trimestre. El dato era previsible dado que el periodo que fue de abril a junio fue el más negativo que ha tenido el país desde que se lleva registro.

El caso de México no es único, en todo el mundo los datos de crecimiento económico del tercer trimestre muestran una recuperación debido a que los meses de marzo, abril y mayo fueron catastróficos por las medidas de confinamiento.

Por ejemplo, en la mayor economía del planeta, que además es nuestro gran determinante, Estados Unidos, el avance del tercer trimestre con respecto al segundo fue un récord, con 7.4 por ciento, mientras que en Alemania, que es el motor de la Unión Europea, tuvo un avance en el tercer trimestre de 8.2 por ciento, mientras que en Francia, que es la segunda economía más grande de dicho continente, el crecimiento trimestre a trimestre fue de 18.2 por ciento. Otro caso que destaca es el de España, que tuvo un crecimiento de 16.7 por ciento trimestre a trimestre.

El dato positivo puede resultar engañoso y para los políticos es difícil resistir el contar una narrativa optimista. No obstante, Macron, de Francia; Merkel, de Alemania y Conte, de Italia, por mencionar sólo algunos, se han comportado con cautela ante los datos económicos. Sin embargo, en el caso de México y Estados Unidos la situación ha sido muy distinta. El jueves que se dio a conocer el reporte de la economía en Estados Unidos, Donald Trump tuiteó: “Las noticias falsas se niegan a dar cuenta de que el PIB creció 33.1 por ciento en el tercer trimestre, el mejor número por mucho en la historia de nuestro país”. Hay que decir que el 33.1 por ciento es la tasa anualizada, una forma rara que tiene Estados Unidos de reportar, pero en realidad es un avance de 7.4 por ciento trimestre a trimestre y una caída de 2.9 por ciento en comparación anual.

El caso de México no fue distinto y el Presidente abrió su conferencia de prensa ayer por la mañana con la noticia del crecimiento de 12 por ciento y dijo: “Se está cumpliendo nuestro pronóstico de que íbamos a caer por la pandemia, pero que íbamos a recuperarnos pronto, que iba a ser una V”. Es un hecho factual que, como dijo el secretario de Hacienda, el desempeño de México será una palomita de Nike, una caída profunda y una salida asimétrica que será lenta, no una V.

El dato que mejor refleja el impacto del covid-19 en la economía mexicana es el 9.8 por ciento de caída anual en los primeros nueve meses del año, lo que es reflejo también de la debilidad con la que llegamos a la actual pandemia, pues en el primer trimestre la caída había sido de 1.3 por ciento anual y en 2019 registramos un descenso acumulado de 0.1 por ciento.

Nuestro país llegó débil a la peor crisis de la que se tenga memoria en términos porcentuales, aunque a diferencia de la crisis de 1995, México es un país mucho más sólido desde un punto de vista financiero. No obstante, a diferencia de las crisis pasadas, la salida de esta recesión será mucho más lenta y, por lo tanto, es más destructiva. En la coyuntura actual la única palanca robusta de crecimiento es la manufactura de exportación y, en menor medida, las exportaciones agrícolas que dependen en un 82 por ciento de Estados Unidos. Por ello, la elección más importante de los próximos años para México se celebra el próximo martes.

La narrativa política del dato de ayer era inevitable, pero considerar los números con sobriedad es indispensable para salir mejor librados de la crisis.

 

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