El factor económico en 2024

Una de las preguntas clave que va a definir el 2023 es: ¿quién será el elegido por Andrés Manuel López Obrador para competir por Morena en la elección 2024?, formalmente, el resultado será producto de una encuesta que realizará el partido en el poder, pero factualmente será el Presidente quien lo defina. Un hecho revelador de la visión de López Obrador se dio en la conferencia del 10 de noviembre, cuando afirmó: “Esto, para los jóvenes que quieren hacer política, que quieren dedicarse a este noble oficio, que no lo olviden: el pueblo pobre es el más leal, es el más agradecido y no se puede transformar sin voltearlos a ver, sin atenderlos como lo merecen, y no sólo por cuestiones humanitarias, sino también por cuestiones políticas, porque son los más leales”.

EL FACTOR DE LAS CLASES SOCIALES

A pesar de dicha visión, el fiel de la balanza que llevó a López Obrador a Palacio Nacional fueron las clases medias, ganó en todos los estados de la República, salvo en Guanajuato. Un análisis comparativo 2018-2021, publicado en Nexos, realizado por Aleister Montfort, muestra cómo en 2018 Morena tuvo votos en todos los deciles de bienestar, aunque en menor proporción en el decil X, que es el más próspero, pero en 2021 la proporción de votos en los deciles más altos disminuyó.

EL FACTOR EMOCIONAL

Hay quien considera que el Presidente ya escogió al candidato de Morena y la elegida es Claudia Sheinbaum, yo creo que la decisión no está tomada y, aunque es obvio que el Presidente tiene las mayores simpatías por la jefa de Gobierno de la capital, en la decisión jugarán factores objetivos, como la competitividad electoral, la cohesión interna en Morena y la capacidad de la oposición de presentar un perfil atractivo.

EL FACTOR ECONÓMICO

Un factor clave tiene que ver con el desempeño económico del país en 2023 y 2024, de continuar un desempeñó económico inercial, por ejemplo, el pronóstico del Banco de México, que proyecta un crecimiento de 1.8% para 2023 y 2.1% para 2024, sería conducente a mayor margen para una candidatura como la de Sheinbaum.

Sin embargo, en caso de que Estados Unidos caiga en una recesión profunda, sería inevitable que México tenga un desempeño económico negativo y ello definitivamente influiría en el ánimo social. En la debacle pandémica, que llevo a una caída económica de 8.3% en 2020, hubo algunos colchones que ayudaron a atenuar el impacto, como fueron las remesas que se mantuvieron en niveles récord gracias a que muchos de los paisanos viviendo en la Unión Americana se desempeñaron en actividades escenciales e incluso recibieron estímulos económicos; en caso de que se materialice una contracción en 2023, será difícil que ello no incida en las remesas, el turismo y el volumen de exportaciones. No habrá colchón.

EL CASO DE LA CDMX

La elección 2021, en la que la Ciudad de México perdió la mitad de las alcaldías, tiene que ver con el impacto que tuvo la pandemia en la urbe, que, al tener una dinámica afincada en las actividades terciarias, recibió uno de los mayores impactos económicos en 2020. De acuerdo con la Encuesta Ingreso Gasto de los Hogares en México 2020, en promedio, el ingreso de los hogares en la capital cayó 20% y al segundo trimestre de 2022 la economía de la CDMX se encuentra 8.4% abajo de su nivel prepandémico y 9.7% por debajo de su nivel del tercer trimestre de 2018. Considerando estos números, no es sorpresa que Morena haya perdido la mitad de las alcaldías y tampoco es sorprendente la convocatoria que tuvo la marcha en defensa del INE en la capital del país.

EL BAJÍO Y EL NORTE

Aunque no hay muchas encuestas fiables que establezcan preferencias de acuerdo a las distintas regiones del país, la intuición apunta a que difícilmente Claudia Sheinbaum lograría simpatías en el norte, particularmente en Nuevo León y Chihuahua, tampoco en Jalisco, Guanajuato y Querétaro, si a ello sumamos debilidad en la Ciudad de México, se complica el panorama electoral 2024.

CANDIDATO EBRARD

En un escenario de recesión 2023, me parece que el Presidente tendría más elementos para inclinarse por un perfil como el de Marcelo Ebrard, que tiene mucho más eco entre las clases medias y que no lo tendría tan difícil en el norte, bajío y Ciudad de México.

Un factor adicional en la decisión del Presidente es que excluir a Ebrard probablemente sería tenerlo en contra con una candidatura débil, ya sea de Sheinbaum o del otro López, Adán Augusto, y ello abriría un flanco electoral. En ese contexto, creo que el canciller tiene buenas posibilidades de convertirse en el abanderado de Morena el próximo verano.