El mejor sistema de gobierno

No es casualidad que no haya animales muy longevos en la naturaleza, pues el peor enemigo de la vida es la inmortalidad, dado que ésta elimina la posibilidad de adaptación mediante la iteración como respuesta a los estímulos del entorno.

Los organismos que no logran adaptarse con base en la retroalimentación que da el entorno, desaparecen. El mamut es un buen ejemplo porque aunque ocupaba la cima de su ecosistema no logró adaptarse a la aparición del homo sapiens sapiens, que lo cazó hasta la extinción.

Si consideramos a las sociedades humanas y sus sistemas de gobierno como organismos, es visible que aquellos que no reciben retroalimentación de los gobernados suelen enfermarse y generar menos bienestar para la mayoría de sus miembros, ejemplos muy extremos lo ofrecen Cuba, Corea del Norte, Bielorrusia, Irán y recientemente Venezuela. Todos esos países tienen economías fracasadas y niveles de bienestar decrecientes, aunque puede haber algunas excepciones, como China, Arabia Saudita e inclusive Rusia. Sin embargo, en el caso de las dos primeras —Cuba y Corea del Norte— los errores que cometen sus líderes no reciben retroalimentación adecuada aunque los efectos todavía no son tan aparentes.

En el caso de Rusia, este país tiene una economía y un bienestar de sus habitantes muy por debajo de su potencial.

El mejor sistema conocido hasta ahora para que una sociedad pueda tener retroalimentación es la democracia. Los votantes le expresan al líder en funciones y a su partido un mensaje muy claro y, si no lo reciben, tarde que temprano dejan de ser elegidos. 

Uno de los modelos de retroalimentación más exitosos son los sistemas parlamentarios, que requieren de una la construcción permanente de alianzas y mayorías, en contraste con los sistemas presidencialistas que tienen la ventaja de no ser tan volátiles.

En México, Porfirio Díaz demostró que aunque un gobernante puede tener cierto éxito durante un tiempo, las virtudes con el paso del tiempo pueden convertirse en defectos y además suele privilegiarse a un grupo en detrimento de otros.

La democracia, con todos sus defectos, es el mejor mecanismo de gobierno por el simple hecho de tener correos de transmisión para adaptarse a las condiciones cambiantes. De ahí la importancia del proceso electoral que tendrá México el próximo domingo, el cual dará una señal que acotará o mantendrá el poder de Andrés Manuel López Obrador en la Cámara de Diputados y con ello el Presidente y la clase política recibirán retroalimentación. Y lo mismo en las quince gubernaturas estatales.

• Aunque muchos candidatos tendrán éxito por sus habilidades de tiktokers y otros votantes no tengan memoria o posibilidades de evaluar de manera sofisticada sus opciones, debemos celebrar el domingo que tenemos esa posibilidad como ciudadanos. Es una tarea fundamental cuidar al INE.