El mundo sin China

Dice Nouriel Roubini que el mundo no se ha dado cuenta de la dimensión de las consecuencias derivadas de la desvinculación tecnológica entre China y Estados Unidos. El economista que se ganó el mote de Dr. Doom, “algo así como doctor fatalismo”, cuando fue una de las voces que anticipó la Gran Recesión 2008-2009, considera que el gobierno de Biden ha sido más duro con China que Trump, superando el dilema de competir con China o de plano bloquearle el acceso a tecnología más avanzada para evitar que el país asiático domine las industrias del futuro, que van a estar vinculadas a la inteligencia artificial, internet de las cosas, 5G o 6G, en donde la recolección de datos juega un papel fundamental.

De acuerdo con Roubini con la política que la Unión Americana implantó hace unas semanas mediante la cual limita las exportaciones de tecnología de microprocesadores a China, así como la prohibición de que estadunidenses expertos en ello trabajen en el país asiático, el gobierno de Biden tomó una medida cuya consecuencia será una desvinculación de gran envergadura. Además de tratar de frenar o, por lo menos, hacer más lento el avance tecnológico de China, Estados Unidos busca evitar que dispositivos chinos con 5G y después con 6G se desplieguen en su país, y Roubini reflexiona que eso va a llevar a que tengan que prescindir totalmente de los electrónicos fabricados en el país asiático, dado que la tendencia es que todo estará conectado a internet, desde las cafeteras, hasta los focos, las plumas y hasta las botellas de vino. Otra mente brillante y controvertida como es la de Elon Musk reflexionaba que las empresas que manufacturan en China van a tener un gran problema y ponía como ejemplo a Apple, según él, la gigafactory de Shangai se va a salvar, dado que los vehículos que produce están destinados al mercado chino, que es el más grande.

• INFLACIÓN ESTRUCTURAL

Un mundo occidental sin China implica que los precios de todo se van a incrementar, quizás en una década o más los procesos de automatización y la inteligencia artificial puedan abaratar los costos, pero no se ve sencillo y, si a ello sumamos el cambio de la matriz energética, el resultado neto es que la economía tendrá un incremento de precios generalizado, es decir inflación. Ante este panorama seguirá muy activa la discusión en los banco centrales de incrementar el objetivo de la tasa de interés; en el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos ese objetivo podría ser 3 o 4 por ciento, ello implica pérdida de poder adquisitivo, en general. A ello hay que sumar que la reconfiguración de un nuevo orden mundial en un sistema bipolar implica riesgos de conflictos y fragilidad geopolíticos, lo que evidentemente se registra en el precio del riesgo.

• EL PAPEL DE MÉXICO

En un escenario en donde Estados Unidos prescinda de la manufactura tecnológica china, México tiene una oportunidad como la que se dio en la década de los 90 del siglo pasado cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en ese entonces China todavía no pertenecía a la Organización Mundial de Comercio. La diferencia respecto a esa época es que ahora el potencial de México es mas grande, dado que tiene un mayor nivel de sofisticación en la manufactura y la logística. Además, la estructura salarial sigue ofreciendo una ventaja comparativa y, de superar las anteojeras ideológicas en materia energética, México tiene un enorme potencial en energía solar y eólica. ¿Qué hace falta para poder aprovechar la oportunidad? Además de atender el problema de seguridad y Estado de derecho, se requiere una nueva estructura educativa con mayor peso en las habilidades autodidactas para enfrentar un mundo que requiere incorporar nuevo conocimiento de manera acelerada y continua, a ello hay que sumar una banca de desarrollo que permita financiamiento para desarrollar proveeduría.

• NO HAY VUELTA ATRÁS

Si había alguna posibilidad de que Estados Unidos y China pudieran tener una relación constructiva que impida la fractura tecnológica que hoy ya es patente, ésta se disipó con el último Congreso del Partido Comunista, en donde Xi Jinping afianzó su control total del poder político, que ha resultado en un menor crecimiento económico y menos incentivos a la innovación. Para México hay una enorme oportunidad en un mundo más frágil.