Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

7 Oct, 2020

El riesgo de la irrelevancia del CCE

Con casi un año de retraso, finalmente llegó el anuncio en Palacio Nacional mediante el cual se firmó el acuerdo de inversión en proyectos de infraestructura del sector privado. En el plan contemplado hubo muchas carreteras, aunque la parte más sustancial, en términos monetarios, tiene que ver con una coquizadora para la refinería de Tula y una unidad de licuefacción de la CFE en Salina Cruz. No hubo proyecto de inversión que diera una señal amistosa o que revierta lo agreste que se ha vuelto el panorama para muchas empresas en el sector de hidrocarburos y electricidad. La única novedad fue el Tren México-Querétaro, con un presupuesto de 51 mil 300 millones de pesos, que supera el monto contemplado para este año del Tren Maya. Sin embargo, extrañamente, el único tren que fue mencionado ayer fue el Maya y, en menor medida, el Interurbano México-Toluca.

La falta de entusiasmo fue patente en el sector privado, el tipo de cambio no registró alguna modificación distinta, tampoco los mercados de capital. La razón es sencilla, no hubo cambio de señal. No obstante, no es menor el logro de Carlos Salazar, líder del Consejo Coordinador Empresarial, quien en unos meses consiguió que el Presidente de la República pasara del enojo a la palmada y al diálogo. Una de las palancas que utilizó Carlos Salazar para acercarse al Presidente fue la reforma al sistema de pensiones, en donde las empresas serán las que incrementen las aportaciones para que los trabajadores alcancen un monto mínimamente viable para el retiro. Esto afectará en mayor medida la competitividad de las micro y pequeñas empresas formales que, con el incremento en los costos de contratación, quedarán en desventaja frente a sus pares informales. Es por ello que resultó tan llamativo que, en el afán de no descarrilar el anuncio de inversión, el CCE optara por hacer mutis ante el sorpresivo surgimiento de la iniciativa para establecer un tope a las comisiones de las administradoras de ahorro para el retiro. En la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera sí levantó la alerta de que eso puede generar una tentación para otros sectores financieros. Aunque se puede entender que hay Afore Azteca, el señalamiento del presidente de la ABM tiene mucho de verdad, sobre todo cuando el tope a las comisiones sale de lo originalmente acordado.

Sin duda, es encomiable la estrategia de Carlos Salazar, quien ha optado por el diálogo a toda costa y creo que su tesis es válida, es mejor tener diálogo que no tener nada. En una dinámica de rivalidad entre el CCE y la Presidencia, pierde el sector privado, aun cuando pudiera ganar. El problema es que al interior del CCE puede generar descontento; me parece que Carlos Salazar lo ha sabido manejar. Le pregunté a Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, acerca de su percepción del líder del CCE y me dijo lo siguiente: “Creo que es admirable la paciencia que ha tenido Carlos Salazar, difícil contener ante desatinos de esta naturaleza y creo que eso se le debe reconocer, la prudencia, sobre todo, en la posición que hoy le toca encabezar”. En conclusión, plausible lo hecho por Carlos Salazar, a pesar de que corre el riesgo de que todos los sacrificios e hígado invertidos sean en vano, provocando que el CCE sea un órgano irrelevante para el diálogo y la negociación con Presidencia. Para evitar lo anterior es clave que antes de que acabe el año se hagan los anuncios de proyectos de inversión en energía, los cuales permitan generar confianza de que el suministro energético no será un problema en los siguientes años. El motor industrial es el que cuenta con las mejores perspectivas para arrastrar al resto de la economía y detonar inversión en otras áreas clave para el país.

 

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