Entre Moody’s y Morgan Stanley

México enfrenta severos problemas de seguridad sin una estrategia sostenida que haga pensar que se avanza hacia una solución. Hay nubarrones en cuanto a la democracia ante un embate en contra del Instituto Nacional Electoral y la posibilidad de que el partido en el poder pueda sacar adelante una reforma que sea un retroceso, a lo que habría que sumar un creciente papel del Ejército en la vida civil en temas alejados de la seguridad. La discusión económica de la agenda nacional transcurre entre chistoretes, ocurrencias, canciones e improvisaciones y algunos riesgos, no obstante, en la parte sustancial, la situación no es tan volátil, ayer, por ejemplo, el Inegi reportó que la economía creció 1% mes con mes, y 4.7% en comparación anual. En cuanto al T-MEC, si bien hay riesgos vinculados a la política energética, la nueva secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, ha dado señales de que se trata de su principal prioridad y, por lo dicho por López Obrador, no parecen querer envolverse en la bandera. La política monetaria, si bien enfrenta retos formidables, está respaldada por la autonomía del Banco de México y un funcionamiento ortodoxo. A ello hay que sumar que el país todavía tiene, al menos, una década por delante de gran crecimiento demográfico y un momento geopolítico afortunado con un distanciamiento entre Estados Unidos y China, lo cual genera grandes oportunidades para el país. ¿Cuál de los dos países es el verdadero?

VASO MEDIO VACÍO

Moody’s Analytics publicó un análisis que anticipa una depreciación del peso de 20%, para ello tomaron en cuenta el comportamiento del tipo de cambio en la recesión 2008/2009 y en la de 2020. Aunque el documento plantea una temporalidad vaga, finales de 2022, 2023 o incluso 2024, captó la atención, sobre todo, porque se da en el contexto de pesimismo en ciertos sectores que desde 2018 anticipan una debacle acelerada. Es cierto que México ha dejado en la mesa un enorme potencial y crecimiento económico, comenzando por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, el impulso de una política energética que ha frenado inversiones y actividad económica en pos de una visión energética trasnochada, así como un enorme dispendio en obras que no tienen un horizonte de rentabilidad. En contraste, aunque es un gobierno que se autodefine de izquierda, en materia fiscal es más neoliberal que Margaret Thatcher, y eso fue negativo cuando no se activaron medidas contracíclicas en el contexto de la pandemia, y muy positivo si lo comparamos con otros gobiernos populistas de la región, como Argentina o caso extremo Venezuela, que privilegiaron sus programas sociales en detrimento de los indicadores macro y eso no pasó en México.

VASO MEDIO LLENO

El banco de inversión Morgan Stanley publicó un análisis muy completo de 100 páginas titulado: México, la oportunidad y retos del nearshoring en medio de una nueva era geopolítica. En él habla de la enorme oportunidad que tiene México ante la relocalización de muchas empresas que buscan escapar de la distancia geopolítica entre Estados Unidos y China, y la oportunidad que tiene México de incursionar en nuevas áreas de manufactura e incluso atraer producción automotriz desde Canadá. En este documento, el banco de inversión establece tres escenarios: en el pesimista, estima que hay un potencial de crecimiento marginal de las exportaciones de 78 mil millones de dólares en los siguientes cinco años; en el central, sería un aumento de las exportaciones de 155 mil millones de dólares y, en el escenario optimista, de 247 mil millones de dólares. Bank of America también emitió un análisis de 33 páginas, cuyo título se explica en sí mismo: Nearshoring en México, la oportunidad de una vida.

VER AL FUTURO

Entre los dos Méxicos me inclino por el vaso medio lleno, la profundidad de la fisura Estados Unidos-China es irreversible y a México le toca estar integrado a la región Norteamérica, que es la más innovadora y vibrante. Los retos no son menores, pero la inercia y los potenciales en energías renovables, turismo y, sobre todo, el talento, me hacen ser optimista, sólo tenemos que ver más hacia el futuro que al pasado.