No importa el crecimiento del sur

Los datos más recientes del crecimiento económico estatal muestran que el sur del país ha crecido más que las demás regiones, lo cual, para muchos, marca un hito, debido a que ha sido una zona económica rezagada. En el Informe Trimestral de Economías Regionales, el Banco de México dio a conocer que, al segundo trimestre de 2023, la Zona Sur, que abarca las tres entidades de la Península de Yucatán, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Guerrero, crecieron 6 por ciento. Por otro lado, la Zona Centro, que incluye a Puebla, Tlaxcala, Morelos, Ciudad de México, el Estado de México, Hidalgo, Querétaro y Guanajuato, creció 3.2 por ciento. La Zona Centro Norte, que incluye a Jalisco, Colima, Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, Durango, Sinaloa y San Luis Potosí y Baja California Sur creció 3.1 por ciento, y todos los estados fronterizos con EU que conforman la Zona Norte, 1.9 por ciento.

EUFORIA HUECA

Con esos datos, algunos personajes sintieron cierta reivindicación, aunque son datos engañosos ya que las regiones tienen dinámicas económicas muy diferenciadas. Por ejemplo, en la Zona Sur, el crecimiento de Quintana Roo, que ha experimentado una fuerte recuperación vinculada al turismo, es muy diferente a Campeche o Tabasco. Sin embargo, esas tres entidades se han beneficiado de las obras faraónicas de esta administración, como la Refinería Olmeca, que ha tenido un costo superior a los 20 mil millones de dólares, y el Tren Maya, con otros 20 mil mdd, más el aeropuerto de Tulum. Los datos más recientes del Inegi al primer trimestre del año muestran que Quintana Roo es la entidad que más creció con un avance anual de 11.1 por ciento, mientras que Campeche retrocedió 2.8 por ciento. Lo cierto es que, más allá de las cifras trimestrales, es obvio que el sur se ha ido rezagando desde que entró en vigor el TLCAN, y salvo Quintana Roo, que está integrado a la región Norteamérica vía el turismo, todas las demás entidades se han ido estancando.

SIN VOCACIÓN

Con la nueva base de comparación 2018, se puede analizar qué ha pasado con el sur. Un caso emblemático es el de Campeche, que en 1994 era la sexta mayor economía estatal, sin embargo, en 2021 terminó como la décimo sexta economía. Un ejemplo diametralmente opuesto es el de Guanajuato, que en 1994 era la octava mayor economía y en 2021 ya se ubicó como la quinta más grande, desplazando a Veracruz, que había ocupado dicha posición desde que se tiene registro en 1980. ¿Qué le pasó a Campeche? La realidad es que no ocurrió nada relevante, y siguió con su desempeño inercial, como si el TLCAN no hubiera existido.

CON VOCACIÓN

Una entidad que utiliza sus ventajas comparativas y aprovecha la integración con América del Norte es Guanajuato. La entidad siempre tuvo una posición logística clave, conectando desde el Bajío al norte y al centro del país. Además, ha podido sofisticar su vocación de agronegocios, así como industrias como la textil y la zapatera. Por ello, ya es el quinto estado exportador, es la segunda entidad que más exporta equipo de transporte después de Coahuila, y el quinto mayor exportador agrícola. Otra entidad que se ha transformado es Nuevo León, que siempre se ha caracterizado por su potencia empresarial, a pesar de tener una geografía agreste comparada con otras entidades. En 1994, Nuevo León era la cuarta mayor economía estatal, más cerca de Veracruz que de Jalisco. Para 2010, ya había superado a Jalisco como la tercera economía más grande, y con las nuevas inversiones que está recibiendo, no me extrañaría que a finales de esta década supere al Estado de México como la segunda economía más grande del país.

LA ESPERANZA

El crecimiento del sur, derivado de las obras faraónicas, no importa, ya que tiene un efecto de corto plazo y no ha logrado modificar la estructura informal de la economía de Tabasco ni de Campeche. Yucatán ha comenzado a diferenciarse, la excelente seguridad pública le ha permitido atraer inversión y dinamizar sus ventajas turísticas, aunque tiene el reto del abasto energético. El Corredor Transoceánico, que ya arrancó en Coatzacoalcos, busca desarrollar 10 polos de desarrollo en el Istmo, aprovechando su posición logística. Esta iniciativa puede revertir la tendencia inercial del sur y dinamizarla al integrarla a la región Norteamérica. De mantener la buena ejecución, en 10 años el país podría comenzar a alcanzar su eterno potencial.