Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

28 Abr, 2021

Paciente México, 2021

Si la economía mexicana fuera una persona, podemos decir que dicha persona ya salió de terapia intensiva después de tener uno de los peores episodios médicos de su historia. No obstante, si bien el paciente en cuestión ya superó la fase crítica, comenzó el año con anemia. En enero, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) mostró un avance casi imperceptible mes con mes de 0.1% ocasionado por la debilidad en las actividades terciarias, que reflejaron que el consumo seguía enfermo y, por lo tanto, el paciente. Obviamente, el dato del IGAE de enero, en comparación anual, apuntó a un descenso de 4.2%, dado que hace un año la economía no había padecido covid-19, aunque estaba con tos crónica. Otro termómetro que permite medir la salud del paciente es el del comercio internacional. Ahí se pudo apreciar que las importaciones de bienes de consumo no petroleros estuvieron en enero en territorio negativo, con una baja anual de 7.4%, lo que es consistente con lo que mostró el IGAE.

Hay que considerar que el paciente México tuvo suerte, porque su vecino del norte dejó de seguir los consejos de un personaje obeso de nombre Trump y se puso a hacer ejercicio, cambió su dieta y dejó atrás las golosinas del populismo. Además, se inyectó un estímulo de un billón 900 mil millones de dólares, por lo que le alcanzó para darle oxígeno tanto a México como a Canadá. Como consecuencia de ello, los especialistas médicos mejoraron la prognosis del paciente México para 2021; en el caso del FMI, proyecta un avance de 5% en 2021; el doctor Banxico estima un avance de 4.8%, ahora, el médico de la familia, el Dr. Hacienda, ya no parece tan desaforadamente optimista con su proyección de 5.3 por ciento.

En febrero, el paciente mostró una leve recaída, el IGAE secuencial tuvo una baja de 0.3%, arrastrada por la persistencia de la caída de las actividades terciarias y una debilidad súbita en las actividades primarias. En la comparación anual fue una disminución del 4 por ciento. En cuanto a lo que reflejó el termómetro del comercio internacional en el segundo mes del año, la importación de bienes de consumo no petroleros registró un tímido avance de 0.2 por ciento. En cuanto a marzo, todavía no hay datos definitivos para el paciente México, aunque hay señales. Recientemente, el Inegi desarrolló una nueva herramienta, que es la estimación del IGAE, a diferencia del IGAE original, no incluye las actividades primarias, que representan únicamente 4.7% del PIB. La estimación del IGAE en marzo apuntó a una caída anual de 2.1%, lo cual implica que, contrastando con la caída anual de 4% de febrero, el IGAE secuencial de marzo será positivo. El termómetro de la balanza comercial en marzo evidenció que la importación de bienes de consumo no petroleros tuvo un avance de 27%, aunque influye la base de comparación, ya que en marzo del año pasado se comenzaba a sentir el impacto de la pandemia y en ese entonces el mismo indicador ya mostraba una caída anual de 9 por ciento.

El viernes tendremos más datos del paciente México, con la estimación del Producto Interno Bruto al primer trimestre. El PIB estimado probablemente mostrará que no hubo mucho avance, pero al menos marzo da cuenta de que la economía empieza a tomar ímpetu, aunque han aparecido algunas dolencias, como la escasez global de chips, que ha afectado la producción de vehículos. En conclusión: el año pasado, el paciente México optó por no hospitalizarse ni comprar medicinas, en el afán de no endeudarse, ello le ocasionó un padecimiento más severo. Un año después, difícilmente la ciencia médica recomendará como terapia no gastar en terapia.

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