Tendencias de consumo pospandémicas

Recordar 2019 es pensar en una era anterior a que la pandemia generara transformaciones en los patrones de consumo, no obstante, los humanos somos animales de costumbres, ahí que en 2022 muchas de las conductas prepandémicas retornaron, muchas personas dejaron de comprar el “súper” o pedir comida a domicilio a través de apps, otros han regresado a la oficina en distintos grados, las largas videollamadas ya no son tan comunes, en ese contexto vale la pena preguntar: ¿qué tan persistentes fueron los cambios en los patrones de consumo como consecuencia de la pandemia?

TRANSPORTE Y COMIDA

Una buena forma de averiguarlo es observar a una compañía emblemática como Uber. En 2019, la compañía había registrado ingresos de 18 mil 131 millones de dólares, de los cuales 74% tenía que ver con el transporte, mientras que Uber Eats representaba apenas 24 por ciento. En aquel entonces, Uber soñaba con volar, en 2018 fui a un evento en Los Ángeles en donde la compañía planeaba lanzar un sistema de transporte volador urbano para 2023, el objetivo no se materializó, entre otras cosas se atravesó la pandemia y Uber Elevate, que era la subsidiaria que se encargaría de cumplir el sueño, se integró a Joby Aviation a finales de 2020. Pese a ello, Uber logró adaptarse en la pandemia, en 2020, los ingresos por transporte se desplomaron 50%, pero los ingresos totales de la compañía sólo cayeron 5%, gracias a que la facturación de Uber Eats creció 130% y los ingresos de ese negocio se convirtieron en 58% del total. El año en el que comenzó la pandemia, la comida a domicilio se convirtió en una opción necesaria para millones de personas y una tabla de salvación para los restaurantes. ¿Cómo cerró 2022 para Uber? Los ingresos de la compañía son 70% más grandes que en 2019 y ahora el transporte de personas implica 48% de los 30 mil 749 millones de dólares, mientras que Uber Eats representó 46%, la diferencia fue que el transporte repuntó 31% a tasa anual, mientras que el negocio de entregas domicilio se comportó de manera más madura con un avance de 6 por ciento. Cuando vemos la fotografía por región se puede apreciar cómo América Latina se encogió a menos de la mitad, en el cuarto trimestre de 2019, la región aportó 13%, mientras que en el mismo periodo del año pasado representó 6.3%, algo habrán tenido que ver los efectos de tipo de cambio, aunque no pinta tanto dicho efecto en los dos principales mercados de la región México y Brasil.

VIDEOLLAMADAS

Una empresa muy emblemática para entender la transición de las oficinas a los hogares como consecuencia de la pandemia lo ofrece Zoom. En su año fiscal 2020, que terminó el 31 de enero de ese año, la empresa reportó ingresos por 622 millones de dólares, lo que significó un crecimiento de 88%, en ese entonces tenía 8,900 clientes con más de 10 empleados y 641 que le representaban, cada uno, ingresos de 100 mil dólares. Luego llegó la pandemia y Zoom se convirtió en sinónimo de oficina, para el año que terminó en 31 de enero 2021, los ingresos ya se habían disparado a 2,651 millones de dólares, lo que significó un avance de 326%, mientras que los 8,900 clientes de 10 empleados ahora sumaban 467 mil; los que le representaban 100 mil dólares cada uno sumaban 1,644. En 2022, las personas comenzaron a regresar a la oficina y eso se notó en el ritmo de crecimiento de Zoom, tendremos que esperar hasta el 27 de febrero para tener la fotografía completa, pero los ingresos del tercer trimestre de su año fiscal muestran un avance de 5%, aunque siguió creciendo en clientes, que le significan ingresos de 100 mil dólares por cada uno, sumando un total de 3,286. La compañía ahora se encuentra buscando acompañar la nueva era híbrida de la oficina con nuevas soluciones tecnológicas.

EL COMERCIO ELECTRÓNICO

Tanto Uber como Zoom son un ejemplo de que la pandemia sí dejó una huella en los patrones de consumo, aunque algunas tendencias retrocedieron. Un último dato que aplica a México lo dio a conocer el Inegi al reportar que el comercio electrónico en 2021 se mantuvo en 5.8% del PIB al igual que en 2020 y 2019, sin embargo, las ventas minoristas pasaron de representar 40.2% del total en 2020 a 35% en 2021, lo que incluso fue inferior al 38% de 2019. Dicha transformación se interpretó como que los consumidores regresaron con entusiasmo a las tiendas físicas en detrimento de las compras en línea.