Trump se beneficia del caos

Aunque la mayor parte de las encuestas benefician al candidato demócrata Joe Biden, incluyendo los estados clave que son Pennsylvania, Ohio, Michigan, Wisconsin, Iowa, Florida, Carolina del Norte y Arizona, la elección presidencial de Estados Unidos será reñida con mayores posibilidades de que pierda el incumbente.

Ante este escenario, Donald Trump ha escogido el camino del caos para garantizar su permanencia en la Casa Blanca, de otra forma no se explica que se encuentre atizando a sus seguidores más extremos, haciendo guiños a las teorías de la conspiración, como cuando afirmó que aviones secretos con provocadores en uniformes negros eran los responsables de las protestas y el vandalismo en Washington D.C.

Además, Trump avivó el fuego al defender a Kyle Rittenhouse, un joven de 17 años que disparó y asesinó a dos personas e hirió a una más en el contexto de las protestas en Kenosha, Wisconsin.

Todo el episodio de Kenosha es un símbolo funesto de las fracturas en la sociedad estadunidense dado que Rittenhouse estaba en dicha ciudad como parte de un grupo de justicieros que buscaba defender negocios para que no fueran vandalizados por los manifestantes que protestaban, esto luego de que un policía de la localidad disparara siete veces por la espalda a Jacob Blake, un hombre afroamericano de 29 años. Todo ello en el contexto del racismo que ha mostrado la policía en varias instancias y que tuvo un punto de inflexión con el asesinato a manos de un policía de George Floyd, en Minneapolis, el 25 de mayo pasado.

El camino que ha tomado Trump es perverso, pero no irracional, pues un escenario de confrontación extendido puede generar cohesión en torno a él entre los votantes indecisos que viven en los suburbios de los estados clave y, por otro lado, le sirve para tener movilizada a su base de seguidores, lo que será útil para disputar la legalidad de la elección en caso de que pierda.

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IMPACTO ECONÓMICO

¿Qué tanto impacto puede tener un conflicto poselectoral en la economía de Estados Unidos? Parece poco probable que el conflicto pudiera tener la escala necesaria como para impactar a la economía, aunque el camino que se encuentra recorriendo ese país es desconocido. Sin embargo, tomando en cuenta la década del sesenta del siglo pasado, cuando hubo fuertes problemas sociales, dichos problemas no parecen haber tenido un impacto tan significativo, claro, no hay que perder de vista que la economía ahora está mucho más interconectada.

Hasta ahora, Estados Unidos ha dado señales de tener una recuperación relativamente rápida. El reporte de desempleo de agosto fue mejor a lo esperado, ubicándose en 8.4 por ciento luego de la recuperación de un millón 400 mil puestos de trabajo, impulsados por recontrataciones en el sector minorista con casi un cuarto de millón, así como 133 mil de restaurantes y 149 mil en los sectores educativos y de salud. No obstante, todavía no está clara la velocidad de salida.

En una entrevista con la National Public Radio, Jerome Powell, presidente del Banco de la Reserva Federal, dijo que todavía faltan un par de meses para tener una idea más clara de cuál será el ritmo de recuperación, pero hasta ahora el daño por el covid-19 parece duradero en la economía.

En conclusión, Donald Trump apuesta al caos de manera calculada y pone a su país en una trayectoria inédita. Hasta ahora, ninguna economía desarrollada ha tenido un conflicto de esta naturaleza y las ramificaciones se extienden mucho más allá de lo obvio en el mediano plazo. Cuatro años más de Trump dañarían persistentemente las instituciones de Estados Unidos, lo cual es una mala noticia para el resto del mundo.