Un Estado dentro del Estado

¿Cómo dimensionar un billón de pesos? Visualmente, es 1,000,000,000,000 y equivale a 10 veces el presupuesto de la Secretaría de la Defensa en 2020 o 40 veces el presupuesto de la Secretaría de Hacienda.

Ésa es la cifra que enunció el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, y que se estima tuvieron como ganancias los grupos del crimen organizado en México entre 2016 y 2018. La cifra es enorme y es, en buena medida, la raíz de la mayor parte de los problemas de México dado que le permite a las organizaciones criminales tener la capacidad de corromper autoridades, reclutar sicarios, adquirir armas, aparatos y vehículos, así como comprar la lealtad de comunidades enteras.

El monto es equivalente a los ingresos de la compañía privada más grande de México que es América Móvil, pero a diferencia de la compañía de Carlos Slim, que paga impuestos corporativos, de nómina y regulatorios en la decena de países en los que opera, las organizaciones del crimen organizado corrompen funcionarios en todos los niveles de gobierno para poder operar. No es sorpresa que estos grupos controlen a autoridades municipales, estatales y funcionarios federales, así como cárceles, bancos y empresas. Por eso resulta indispensable que la lucha en contra de estos grupos tenga un fuerte énfasis en el aspecto financiero, de otra forma, se convierte en una lucha en contra de la hidra de las mil cabezas. Cae un capo y surge otro, cae una organización y nacen otras nuevas.

El propio Santiago Nieto puso como ejemplo que en el sexenio pasado se neutralizaron a 117 de 122 líderes del crimen organizado, lo que no disminuyó la actividad de dichos grupos. Hay un largo camino por recorrer ya que México destaca, a nivel internacional, por una baja eficacia en el combate del lavado de dinero. De acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción, en 13 años el gobierno realizó apenas 1,632 investigaciones y logró consignar únicamente a 44 personas. El problema es enorme, sin embargo, para el próximo año la Unidad de Inteligencia Financiera se conforma con obtener un presupuesto de alrededor de 170 millones de pesos, lo cual es poco menos que en años anteriores, por lo que se antoja difícil que tenga resultados muy distintos sin tener un incremento sustancial para captar talento y desarrollar investigaciones. A lo que se suma la necesidad de tener unidades de inteligencia con las entidades federativas, proyecto que, parece, va avanzando.

El otro reto, que es aún mayor, es el de la credibilidad de la propia entidad. Bajo el liderazgo de Santiago Nieto se han presentado 177 denuncias, lo que contrasta con las 82 denuncias que se presentaron en 2018, y las 104 de 2017. No obstante, ha habido episodios en los que claramente la UIF se ha convertido en un instrumento de intimidación. El enfoque actual de dimensionar el aspecto financiero del crimen organizado es acertado, pero hay mucho que construir antes de poder incidir en el aspecto financiero de ese Estado dentro del Estado que constituye el crimen organizado en México desde hace décadas.