Rodrigo Pérez-Alonso

Frecuencias

Rodrigo Pérez-Alonso

21 Jun, 2023

¿Inversión o gasto?

Los contadores lo saben. Los ejecutivos de finanzas y administradores lo conocen bien. Su uso y clasificación sirve como parte de una estrategia de buena administración de cualquier organización pública o privada. Sin embargo, algunos miembros del gobierno parece que no lo entienden.

  •  

En la contabilidad financiera, los conceptos de OPEX (gastos operativos) y CAPEX (gastos de capital) son tan importantes que éstos determinan su viabilidad futura. Los gastos operativos (llamado gasto corriente en gobierno) son los costos que una organización incurre para mantener sus operaciones en funcionamiento. Esto puede incluir salarios de los empleados, suministros de oficina, alquiler de instalaciones y servicios públicos.

Por otro lado, los gastos de capital (CAPEX), inversión pública para el gobierno, están relacionados con las inversiones a largo plazo que una organización realiza para adquirir activos que generarán beneficios durante un periodo prolongado. Esto puede incluir la compra de equipos, maquinaria, edificios o carreteras. Son aquellos destinados a mejorar o expandir las capacidades de una organización a largo plazo. En el caso del sector público, los grandes proyectos de infraestructura y otros programas de inversión detonan el crecimiento económico.

Sin embargo, la narrativa oficial del gobierno federal y algunos estatales se ha centrado en cortar los gastos de operación; como si fuesen un fin virtuoso por sí mismo. Se habla de cortar los gastos y “la corrupción” para repartir esos recursos entre la población y, con ello, hacer grandes proyectos. Se cree que con sólo cumplir esos fines electoreros (recortar gastos de la administración pública) se detonará la inversión. Se confunden peras con manzanas.

Sin embargo, lo cierto es que los llamados “gobiernos neoliberales”, que tanto se critican, mantuvieron e impulsaron la inversión desde el primer trimestre del año 2002 hasta el tercer trimestre de 2018. Con la cancelación del Aeropuerto de Texcoco esa inversión cayó y ahora estamos en niveles de 2014.

  •  

Los grandes proyectos del gobierno federal, como la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y otros han resultado ser más gasto que inversión. Más OPEX que CAPEX. Sus objetivos no han sido detonar el crecimiento económico –por más que se mencione en los discursos–, sino orientar el gasto a fines o proyectos insignia políticos, sin mayores efectos de crecimiento en el largo plazo para nuestro país.

En cambio, hace algunos días se anunció que Intel, la empresa de microprocesadores, hará una inversión histórica de 33 mil mdd de la mano del gobierno de Alemania para detonar el crecimiento en ese país. El gobierno alemán, en aras de impulsar ese OPEX que trae empleos, dará facilidades y subsidios por 10 mil millones de euros para hacer un centro regional de alta tecnología en Europa. El proyecto es parte de un programa para atraer inversiones que están saliendo de Asia por el nearshoring desde China.

  •  

México podría estar aprovechando esos efectos. Sin embargo, estamos muy centrados en el discurso de superioridad moral de cortar el gasto de gobierno, el OPEX, y no en invertir para crecer con CAPEX.

Al final, no es complicado.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube