Rodrigo Pérez-Alonso

Frecuencias

Rodrigo Pérez-Alonso

9 Ago, 2023

La siguiente revolución

“Nunca voy a regresar a una oficina”, dijo un empleado. “Si me hacen regresar (a la oficina), renuncio y busco otro trabajo”, afirmó otro. “La pandemia me hizo darle mayor prioridad a mi familia”, dijo una tercera.

  •  

El socio principal de una consultora automotriz en Miami, Estados Unidos, quedó sorprendido con las respuestas a la encuesta de satisfacción en una junta de planeación presencial. Al igual que para los empleados de esa consultora, la pandemia del virus de covid-19 replanteó las prioridades de una gran parte de la planta laboral de Estados Unidos. Los principales “afectados” fueron los empleadores de empresas de servicios cuyo primordial activo son las capacidades intelectuales de sus empleados.

De la misma forma que lo que sucedió con esta consultora, la fuerza laboral se ha volcado a trabajar desde su casa. De acuerdo con algunas encuestas, alrededor del 32% de la fuerza laboral de ese país trabaja desde su casa, mientras el 68% lo hace en una oficina. A su vez, de acuerdo con la consultora McKinsey, 8.6 millones de empleados cambiaron de giro laboral con la pandemia, entre 2019 y 2022, principalmente de la industria de comida, ventas al menudeo y trabajo de oficina.

Los efectos no se han hecho esperar. Los espacios comerciales y de oficina alrededor del mundo están sufriendo por rentarse. En Estados Unidos, los espacios de oficina vacantes alcanzan alrededor del 20%, mientras que en la CDMX —el mercado más representativo de México— la tasa es de 23.5 por ciento. Sin embargo, diversas empresas en México, desde grandes hasta pymes, han implementado un modelo híbrido para sus empleados. Algunos ejemplos de empresas con estos esquemas van desde gigantes como Coca-Cola, BBVA y Radio Fórmula, hasta consultoras como Horton International, Control Risks, Koalsulting, algunas ONG como Mexicanos Primero y hasta el Infonavit. En esos casos, sus colaboradores trabajan dos o tres veces a la semana en la oficina, en espacios no fijos, para tener reuniones de trabajo e integración.

  •  

El hilo conductor que permite esa flexibilidad es que se usa el capital intelectual de sus trabajadores; es decir, se dan servicios que dependen del análisis y preparación de colaboradores, independientemente de su ubicación geográfica. Sin embargo, hay otra revolución que también está moviendo a las industrias de servicios.

La propia McKinsey estima que la inteligencia artificial tendrá un impacto significativo en las industrias de capital intelectual, especialmente en las industrias creativas, legal, ciencia, tecnología y negocios. Este mismo estudio estima que para el 2030, hasta el 30% de las horas actualmente trabajadas podrán ser automatizadas con IA, y el 70% de las empresas podrán implementar sistemas de inteligencia artificial en sus procesos. En total, de acuerdo con Goldman Sachs, alrededor de 300 millones de trabajos podrán ser afectados por la IA.

  •  

Todo ello nos hace cuestionarnos hacia dónde va nuestro país. Siendo una nación que depende mayoritariamente en manufacturas, los servicios son relativamente pequeños en comparación. Sin embargo, con el creciente número de empresas que brindan servicios especializados, la inteligencia artificial adaptada a las regulaciones y estándares locales puede ser un impulso adicional para la economía.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube