Los litigios que vienen

Todo empezó con la cancelación, sin fundamento, del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (https://bit.ly/3fxMlgB). Continuó con la cancelación de proyectos, como la planta de cervezas en Mexicali, la renegociación de gasoductos, el incumplimiento de las energías limpias en el despacho eléctrico, las modificaciones a la Ley de Hidrocarburos, los dos años adicionales al presidente de la Suprema Corte, el ataque frontal al INE y muchos ejemplos más.

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En estos casi tres años, la administración del presidente López Obrador ha demostrado un profundo desdén por los preceptos constitucionales y las leyes que rigen a diversos sectores industriales y del juego democrático. Se ha demostrado, una y otra vez, que no hay respeto a estas leyes cuando obstaculizan la ocurrencia del día en la conferencia mañanera del Presidente, sus sesgos ideológicos o su nacionalismo setentero. La narrativa es que “somos respetuosos” hasta que, generalmente, no lo son.

Con la supermayoría de su partido en el Congreso y su indebida influencia en la Suprema Corte, a través del ministro Zaldívar, ha tenido amplio dominio en procesos legislativos o jurisdiccionales internos. De ello demuestran el congelamiento a iniciativas o puntos de acuerdo en el Congreso y el sospechoso detenimiento de varias controversias constitucionales en la SCJN. Sin embargo, parece que la presión litigiosa vendrá del exterior.

Dos ejemplos recientes vienen a la mente: en un reciente reportaje de Bloomberg, se describe cómo, en virtud de la falta de coberturas y previsión, la CFE tendrá que pagar 400 millones de dólares a esa firma de inversión. El tema se centra en la compra de gas natural en Texas cuando ese estado sufrió históricas heladas. El gobierno ahora alega que no debe pagar ese monto, usando excusas francamente infantiles. Por ello, está sujeto a un arbitraje internacional. De no pagar, además de este litigio, está la credibilidad del gobierno en Wall Street y los grandes centros financieros. El mensaje: México no respeta sus compromisos.

Otro ejemplo fue reportado esta semana por Reuters. Finley Resources Inc, una empresa de crudo y gas de Texas que ganó dos licitaciones de oferta de servicios y negoció un tercer contrato de perforación con Pemex, inició un litigio en contra de ésta bajo la tutela del nuevo T-MEC por falta de protección a las inversiones e incumplimiento de pagos. El monto reclamado es de 100 millones de dólares. De nuevo, un riesgo reputacional.

La representante comercial de la Casa Blanca, Katherine Tai, ha hecho saber las inquietudes del gobierno de EU sobre la falta de certeza en las inversiones de empresas de ese país en México. Ya es una constante que ese gobierno mande señales de disgusto ante las irracionales decisiones del gobierno de México. El resultado está a la vista: el peor índice de inversión privada en los últimos 25 años.

Ante la incertidumbre que genera este gobierno, la única certidumbre es que vienen más multimillonarios litigios que pagaremos por muchos años.

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Ni fifís ni neoliberales. Dos reconocidos periodistas hablan.

Charlé con Jude Webber, del Financial Times, y con Carlos Rodríguez, de Bloomberg, sobre el futuro de México y el periodismo. Disponible en https://apple.co/2RXfV6W y https://spoti.fi/2RrJTQr