Tome su corralito

El valor de la moneda y del sistema financiero de un país dependen de un factor esencial: la confianza de la población en su economía. Es por ello que cuando esa confianza se ve minada por factores provocados por el gobierno, las empresas del sistema financiero u otros, los usuarios corren a sacar su dinero de los bancos, los inversionistas compran desenfrenadamente dólares y colapsa el sistema.

Pues bien, Argentina vive en estos días una repetición del año 2001, cuando colapsó el sistema financiero y de divisas ante una serie de medidas irresponsables de gobiernos que endeudaron excesivamente al país. El resultado de ese colapso fue el pánico bancario de los usuarios del sistema financiero al sacar sus ahorros en masa ante la inminente depreciación de la moneda argentina. El entonces presidente Fernando de la Rúa decretó el famoso corralito, mediante el cual se prohibía sacar más de cierta cantidad de dinero de los bancos y se limitaba la compra de dólares al mes (para evitar el colapso de las reservas de dólares del banco central).

La trascendencia de esas medidas fue más de una década perdida en gobiernos populistas encabezados por la pareja Kirchner, quienes pusieron la mesa para que la bomba económica le explotara nuevamente en las manos a su sucesor, Mauricio Macri.

Ahora todo indica que el kirchnerismo volverá al poder, lo que ha agravado una crisis mayor. En estos días, Macri impuso medidas similares al corralito de 2001 para evitar la fuga de dólares del banco central. De acuerdo con expertos, el gobierno de Macri también ha cometido errores similares a los que llevaron al país sudamericano a la crisis de 2001, como recurrir al financiamiento externo para resolver el problema de los déficits fiscal y comercial que heredó del gobierno de Cristina Kirchner, provocando la devaluación del peso argentino y la caída de la demanda interna.

Al final, los especialistas esperan para el mes de septiembre una tasa de inflación de 5.8 por ciento mensual, previendo que a partir de octubre se retome una trayectoria descendente, alcanzando 3.4 por ciento mensual en diciembre de 2019 y 3 por ciento en febrero de 2020. No obstante, a julio de este año la inflación en ese país es de 54.4 por ciento, mientras que la tasa de interés de referencia del Banco Central es de 85.28 por ciento, una de las mayores a nivel mundial.

Todo esto es, en gran medida, producto de los experimentos populistas en Argentina y hasta la ilusión de los gobiernos tecnócratas de tener un país económicamente de primer mundo. Mientras tanto, todo indica que el nuevo corralito dará el gobierno a aquellos que irresponsablemente experimentaron con el populismo en el pasado.

Argentina sirve de lección para países como México. Esperemos no se repita.

Y EL BREXIT…

Otro experimento populista se vive con el nuevo Primer Ministro, Boris Johnson, en el Reino Unido, quien ha basado su reciente ascenso político en la salida de ese país de la Unión Europea.

Ayer, Johnson perdió un voto crucial en el Parlamento, por lo que está en el aire una salida sin acuerdo (una opción radical propuesta por el Primer Ministro) que significaría mayor incertidumbre. Mientras tanto, la libra esterlina se ha devaluado a niveles no vistos desde 1986.